El consejo de administración de La Seda de Barcelona aprobó las bases de un plan de reestructuración que está llamado a ser la solución para sortear la difícil situación financiera y falta de liquidez que atraviesa la química catalana y que llevó a su presidente, Rafael Español, a dimitir a principios de junio ante el descontento manifiesto de algunos consejeros.
La Seda de Barcelona ha aceptado la dimisión de su vicepresidente y presidente en funciones Joan Castell. La firma catalana ha nombrado presidente a José Luis Morlanes Galindo, mientras que Carlos Gila Lorenzo será el nuevo vicepresidente en representación de Inverland Dulce.
El presidente en funciones y consejero delegado de La Seda de Barcelona ha dimitido. Joan Castells ostenta el 11% del capital de la compañía.
Los socios del grupo químico La Seda de Barcelona han acelerado los contactos para firmar las cuentas la próxima semana, en una nueva reunión del consejo de administración que tendrá lugar en una fecha todavía por determinar. Los accionistas de La Seda esperan llegar a un acuerdo y firmar las cuentas del grupo pendientes de dos informes, uno de la auditora del grupo químico Horwath, ya finalizado, y otro que todavía falta, de la firma KPMG.
Se prevé que en las cuentas definitivas las pérdidas se eleven de manera considerable, de los actuales 368 millones a más de 400 millones de euros, si bien la cifra final se acabará determinando una vez finalizados los informes la próxima semana.
La Seda de Barcelona dijo el jueves que atraviesa problemas de liquidez que espera solucionar con una inyección de capital del Instituto Catalán de Finanzas, de la que no desveló el importe. En una nota de prensa, la química catalana indicó que espera aliviar su situación financiera y llevar a cabo su plan de reestructuración con dicha financiación y otras medidas en las que está trabajando, sin dar más detalles al respecto. Asimismo, reconoció que la falta de liquidez ha afectado a su actividad industrial. Las acciones de La Seda permanecen suspendidas desde el pasado viernes y cerraron la víspera en 0,34 euros. El supervisor aún no ha comunicado cuando levantará la suspensión.
La Seda de Barcelona dijo que Joan Castells, cuyo nombramiento como presidente de la compañía fue anunciado el martes, sigue como vicepresidente y sólo asumirá las funciones de presidente de manera provisional.
El presidente de La Seda, Rafael Español, presentó esta tarde su renuncia en el cargo después de que varios consejeros anunciaran a finales de la pasada semana que estaban disconformes con las cuentas de 2008, y en el trasfondo, con su gestión.
El presidente de La Seda, Rafael Español, presentó esta tarde su renuncia en el cargo después de que varios consejeros anunciaran a finales de la pasada semana que estaban disconformes con las cuentas de 2008, y en el trasfondo, con su gestión. Fuentes de cercanas a la empresa avanzaron que Español será sustituido, en funciones, por Joan Castells, consejero y vicepresidente de la química catalana, y ahora presidente de la aseguradora FIATC. Esta decisión se tomó en la reunión del consejo de administración que empezó este mediodía en la planta de El Prat de Llobregat (Barcelona) y que todavía sigue. Español optó por dejar el cargo y permitir que se abra una "nueva etapa" en la empresa, después que Caixa Geral aporte 25 millones de euros para sufragar las necesidades de financiación de la compañía.
La ruptura interna del consejo de administración de La Seda de Barcelona se produce en un momento poco propicio para la compañía, que necesita fuentes urgentes de financiación por sus problemas de liquidez, señala Banesto Bolsa. Acción permanece suspendida desde el viernes, en 0,34 euros. El banco recomienda vender con precio objetivo de 0,27 euros.
Los bancos acreedores de la Seda de Barcelona han dado dos meses a la compañía para estabilizar su gestión y aprobar una estrategia adaptada a la realidad del mercado, según se desprende del informe anual de cuentas enviado el viernes a la CNMV y que revela unas pérdidas muy superiores a las que indicó en un principio.