"Ha sido aprobado un 'stand still' por un periodo de 60 días, que permitirá obtener la tranquilidad y estabilidad necesarias para organizar y aprobar un nuevo plan estratégico para adaptarse a las nuevas circunstancias del mercado", dijo el grupo. En el mismo documento, La Seda dijo que se encuentra inmersa en negociaciones con el sindicato bancario liderado por Deutsche Bank que prestó al grupo cerca de 600 miillones de euros con el fin de que estas entidades no le exijan un vencimiento anticipado del mismo después de que el grupo no pudiese cumplir ciertos ratios financieros pactados en el contrato o "covenants".

Los mismos bancos consintieron el pasado 26 de mayo que la compañía busque financiación nueva con categoría senior. La Seda cerró 2008 con una deuda bancaria de 617 millones de euros que tuvo que reclasificar como endeudamiento a corto plazo por no haber cumplido los citados ratios financieros.

Como garantía a la financiación sindicada, el grupo pignoró acciones en nueve de sus filiales, según revela el documento. Por otra parte, el grupo negocia con sus principales proveedores alargar los vencimientos de la deuda que mantiene con ellos y estudia la venta de plantas no estratégicas y de otros activos.

Esta mañana, después de que la CNMV suspendiese la negociación de sus acciones, La Seda dijo que cuatro miembros del consejo de administración representativos del 19 por ciento del grupo votaron en contra de los resultados, que aún tienen que ser auditados. 

En las cuentas difundidas el viernes, las pérdidas de 2008 ascienden a 368 millones de euros, cifra que dista de la publicada en un principio (188 millones) y que fue posteriormente revisada a 215 millones.