Todas las últimas noticias sobre divisas mundiales: evolución, cotizaciones e informaciones más recientes del mercado de divisas, conocido comúnmente como "Forex" o "mercado de los cambios". Se trata de un mercado muy interesante para los inversores particulares, ya que permite especular con la tasa de cambio de las divisas, tanto a la baja como al alza.
Hay que tener en cuenta que a la hora de analizar el mercado de las divisas, hay que consultar el tipo de un par de divisas, y no solamente el tipo de una. El tipo de cambio de una divisa se fija con relación a otra teniendo en cuenta varios criterios, pero en su esencia depende de la proporción de compradores con relación al número de vendedores de un par de divisas. Cuanto más se compra una divisa, más aumenta su valor y cuanto más se vende más baja su precio.
A la hora de especular en el mercado de las divisas, se puede o comprar un par de divisas al esperar que su cotización va a subir, o venderla considerando que su cotización va a bajar.
Por otra parte, el mercado de las divisas es un mercado muy competitivo, ya que los operadores no pueden intervenir para modificar los tipos de cambios de las divisas, pero también muy ventajoso por su fuerte liquidez, su cotización es en continuo, su apalancamiento y sus gastos reducidos.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha instado a fortalecer el euro y convertirlo en una moneda capaz de competir con el dólar en el escenario internacional.
El dólar estadounidense no había tenido un comienzo de año tan difícil en los 50 últimos años, salvo en contadas ocasiones (Gráfico 1). ¿Por qué? Las políticas arancelarias proteccionistas de EE. UU., anunciadas en abril de 2025, sacudieron las expectativas de un continuo excepcionalismo estadounidense.
El dólar se ha mostrado, en lo que llevamos de año, como el gran damnificado de las políticas de Trump. A pesar de que el mundo de las divisas siempre se ve desde dos orillas diferentes: con la ventajas de una depreciación y de lo contrario, lo cierto es que son muchos los que cuestionan su vigencia como primera divisa global, mientras los expertos no visualizan subidas estructurales para el billete verde en lo que queda de año.
El dólar es uno de los famosos cisnes negros en lo que va de año. Nadie esperaba su caída a pesar de las políticas de Donald Trump, que lo han colocado, entre otras razones, donde se encuentra en estos momentos concretos, en uno de sus peores niveles desde los años 70 en sus caídas en el primer semestre del mundo,
A menos de dos semanas de las elecciones presidenciales estadounidenses, los mercados de divisas parecen estar inclinándose cada vez hacia una victoria de Donald Trump. En todo caso, los analistas esperan que la volatilidad aumente en los próximos días y señalan las monedas que pueden verse afectadas según quién salga vencedor en las urnas.
El yen japonés alcanzó máximos de siete meses frente al dólar el lunes, mientras los operadores se deshacían de sus operaciones de “carry trade” después de datos económicos de la semana pasada, que aumentaron las perspectivas de una desaceleración económica en Estados Unidos y de mayores recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, volviendo a sacar a la luz la palabra recesión.
Los analistas de Bankinter esperan que el dólar se deprecie frente al euro en los próximos tres años, pero será un proceso lento.
El euro se encuentra en una clara tendencia decreciente frente al dólar desde mediados de julio. La tónica de un dólar fuerte que domina en los mercados no es la única razón para este declive, sino que la moneda comunitaria se está viendo penalizada por factores propios que parecen anticipar que siga su senda bajista.
Las cifras de inflación de julio en EEUU parecen apoyar el discurso de que el proceso de desinflación de la mayor economía del mundo sigue el rumbo previsto. Sin embargo, el dólar parece resistirse a bajar en sus cruces frente a sus rivales internacionales, un fenómeno que se explica “por la falta de alternativas” a juicio de los expertos.
La moneda única europea se coloca en máximos de los últimos 14 meses con la vista puesta en la debilidad del dólar, las subidas de tipos y los buenos datos de inflación. Una situación que lleva al euro a revalorizarse ya un 4,4% en lo que va de año y a alcanzar mejoras a doble dígito interanuales.