Cuando OHL entró en el Ibex 35 allá por 2008, lo mejor y lo peor para la acción estaba por llegar. Su periplo alcista finalizaba a mediados de 2014, cuando empezaba una caída vertiginosa que no se ha frenado ni con su expulsión del principal selectivo.
Ya estamos acostumbrados a que, cada día, un valor de pequeña capitalización español se dispare. Hoy le toca, por segundo día consecutivo, a Adveo. Sin embargo, las subidas se producen sin noticias al frente.
La última incertidumbre que quedaba del año era el referéndum italiano y estaba más descontada por el mercado que otras anteriores. Ahora, para diluir esas incertidumbres, habría que fijarse en los datos macro positivos, como los PMIs o los pedidos industriales alemanes.
“Gracias a las referencias macro positivas y al recorrido que veo a algunas compañías, veo que el Ibex 35 se puede ir por encima de 9.200 puntos, pero vamos a ver si ocurre de cara a final de año. Niveles de 9.500 puntos no serían nada descabellados para 2017, pues cotiza con un descuento del 12-15%”.
¿Quién dijo miedo? Las bolsas europeas suman y siguen pese a la incertidumbre política que se desató ayer en Italia y, es que, los inversores confían en la mano salvadora del BCE, que seguramente saldrá a relucir este jueves. El Ibex 35 se acerca a los 8.700 puntos, aunque esto no suponga sacarlo del estrecho lateral en el que se mueve desde hace semana. Mientras, en el mercado de divisas el EURUSD sube a 1,076 dólares.
Gran parte del negocio de Grifols procede de EEUU, por lo que la compañía catalana espera como agua de mayo que la Fed anuncie una subida de tipos la próxima semana. ¿Conseguirá esto sacarlo del canal lateral? Lo cierto es que la acción ha llegado a un punto técnico comprometido.
El Pacto de Toledo, la institución encargada de estudiar la próxima reforma de las pensiones en España ya se ha reunido y se han escuchados las primeras ponencias al respecto de sus miembros. Justo en este entorno la OCDE acaba de publicar un documento en el que se explican por dónde deberían ir los cambios en el sistema de pensiones de los países miembros.
Nos hemos acostumbrado a escuchar hablar de los países de la periferia europea. En los últimos años citar a la periferia a un inversor ha sido como hablar de Malaria a un doctor de medicina tropical. Los países del Sur de Europa no generan ninguna simpatía entre los mercados y quizá no sea de extrañar. Durante varios ejercicios, España siempre había sido uno de los países a los que se trataba como un problema potencial. Sin embargo este año el foco se ha trasladado un poco más al este.