La tercera partida que más pesa en los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene corresponde al pago de intereses de la deuda que sigue creciendo cada año y que será lo que dejemos para las generaciones futuras. De nuevo, y aunque podría reducirse su peso sobre el PIB, será sin duda uno de los desequilibrios que ya parece inherente a la economía española.
Durante años, la escasa rentabilidad ofrecida en la renta fija, donde incluso algunas inversiones como el bund (bono de gobierno alemán) ofrecía rendimientos negativos, provocó el auge de sectores como el private equity, de recuperación como el inmobiliario, o de subidas históricas como en el de la renta variable. Sin embargo, el giro agresivo de los bancos centrales que hemos visto durante esta última mitad de año ha cambiado el panorama de inversión y volvemos a ver niveles muy interesantes para invertir en el mundo de la deuda.
Lale Akoner, estratega de mercados de BNY Mellon Investment Management, analiza la situación macroeconómica actual marcada por las subidas de tipos y la desaceleración. Akoner cree que los bancos centrales aflojarán el endurecimiento monetario en el segundo semestre de 2023 a pesar de los recientes rebotes en la renta variable.
Emmanuel Daull, director de renta fija no cotizada de Groupama AM, presenta el fondo Groupama Social Impact Debt, que lanzó la gestora francesa el pasado mes de mayo. El fondo artículo 9 en la normativa SFDR está especializado en deuda privada de pymes y empresas de mediana capitalización de Europa occidental con una rentabilidad objetivo del 5,5%+ Euríbor.
Alexis Renault, responsable global de high yield de Oddo BHF AM, defiende el atractivo que presenta en este momento la deuda de alto rendimiento, high yield, en este contexto de mercado. "El high yield ya es atractivo porque la probabilidad de lograr retornos positivos en estos activos en los próximos doce meses es del 85% como se ha visto históricamente", sostiene.
Las carteras de los inversores más conservadores están perdiendo mucho dinero este año. La renta fija no siempre logra rendimientos estables como demuestra este 2022. En lo que va de año, la rentabilidad del índice de bonos de los mercados emergentes acumula un descenso del 22% frente a un descenso del 7,3% que se ve en el índice conjunto de los bonos soberanos.
Domingo Torres, Country Head en España y Portugal de Lazard Fund Managers nos habla de la oportunidad que existe en el mercado de renta fija en un momento de subida de tipos por parte de los Bancos Centrales.
Es sin duda uno de los grandes desequilibrios de nuestra economía y probablemente se enquiste en los próximos años a cuenta de la necesidad de mayor gasto público por la crisis en la que estamos inmersos. De momento no hay visos de corrección en los próximos años, e incluso podría desbocarse si no se controla el déficit estructural.
La economía del euro ha encendido la alarma de pérdida de altitud. Sin descartar una posible maniobra de aterrizaje ni vislumbrar si, en tal caso, será brusco o suave. El trimestre de la invasión rusa de Ucrania ha dejado a las cuatro grandes potencias de la divisa europea en un compás de espera en el que predomina la hibernación de sus PIB.
El año está marcado por la estanflación, es decir, la desaceleración económica unida a la inflación y a la normalización de la política monetaria tras la puesta en marcha de ingentes estímulos tras el estallido de la pandemia del Covid-19. En EEUU, la Reserva Federal decidió la semana pasada elevar los tipos de interés hasta el rango de entre el 0,75 y el 1% con un alza de 0,5 puntos, la mayor alza desde el año 2000. El banco central que lidera Jerome Powell también anunció el inicio de la reducción de su balance.