La idea detrás de la inversión de valor es simple: las compañías menos caras tienden a marcar un desempeño superior a las compañías más caras a largo plazo. Los inversores tienen principalmente dos argumentos de por qué este estilo de inversión funciona: los sesgos de comportamiento y las primas de riesgo. La mayoría de ellos se focalizan en los valores con las perspectivas de su crecimiento futuro, haciendo además que los títulos ya subvalorados sean menos caros de lo que deberían serlo. A pesar de estos argumentos, si bien el valor en los últimos diez años ha quedado como un factor rezagado con respecto al mercado, la reciente actividad de mercado está comenzando a sugerir la posibilidad de un regreso de este estilo de inversión.
1.500 millones. Es la cantidad que vence este año en productos garantizados. Una cifra muy por debajo del patrimonio de 16.237 millones que venció a manos de estos productos en 2010. A pesar de esto y de las advertencias de la CNMV sobre la consideración de “producto complejo” a todo aquel que no sea no armonizado -como este tipo de fondos-, de nuevo la banca ha comenzado a lanzar productos garantizados. Esto es lo que hay que tener en cuenta a la hora de comprar este tipo de productos.
En el último informe de previsiones de PIMCO aseguran que en 2019 la rentabilidad de las inversiones dependerá de que “seamos capaces de construir carteras con elevada calidad, de gestionar el riesgo bajista y aprovechar las anomalías de valoración cuando se produzcan”. Con este punto de partida, destacan tres inversiones que los inversores han penalizado injustamente y que ofrecen posibilidad de genera resultados atractivos en 2019.
Que la economía se está desacelerando es un hecho. Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) recortaban las previsiones de crecimiento mundial para 2019 y 2020. Todo en un momento en que hay economías como Italia que ha entrado por segunda vez en recesión en una década. Pero ¿qué puede hacer que esto cambie? Aquí cuatro gráficos que permiten “adelantar” un cambio de tendencia en la economía.
Realizamos una aproximación al Mercado Continuo español para obtener las compañías con mayor fortaleza en el corto plazo y, de la cesta de valores obtenida, filtramos por liquidez y atractivo técnico para desarrollar dos estrategias en largo o compradoras.
A finales de cada año, tanto las casas de análisis, como las entidades gestoras, publican sus principales apuestas para el año que entra: los tipos de activo que mejor se van a comportar, aquellos que van a resistir mejor en un posible cambio de ciclo, las jugadas que tienen más probabilidades de resultar ganadoras y los activos a evitar en las carteras y fondos.
Realizamos un análisis a nivel técnico para nuestros usuarios registrados presentando alguna de las respuestas realizadas en la jornada de ayer lunes día 11 de FEB19, en nuestro habitual encuentro digital sobre renta variable y análisis de activos desde un punto de vista chartista y técnico.
Realizamos una aproximación al Mercado Continuo español para obtener las compañías con mayor fortaleza en el corto plazo y, de la cesta de valores obtenida, filtramos por liquidez y atractivo técnico para desarrollar dos estrategias en largo o compradoras.
El debate sobre el coche eléctrico encierra elementos que nos remiten a escenarios más amplios: el futuro de las ciudades o la movilidad sostenible. Como telón de fondo, la apuesta por la descarbonización que conlleva un cambio en el paradigma energético internacional e impacta en una industria clave a nivel productivo en España. Los invitados a la mesa redonda organizada por Estrategias de Inversión y patrocinada por Alphabet coinciden en que se trata de un ámbito en el que la regulación juega un papel determinante a la hora de marcar los tiempos.
El debate gestión activa versus gestión pasiva no existe más allá de un mero chascarrillo periodístico para tratar de sacar algo de “chicha” a la situación del sector. Hablamos con expertos en ambas estrategias para ver de qué forma se pueden complementarse en pro de la mejora de la ratio rentabilidad/riesgo en la cartera de los clientes. Estas son sus conclusiones.