El fulgurante comienzo del año se difumina a pasos agigantados con un S&P 500 que comienza esta semana tras haber cerrado la peor en lo que va de año y con ello, se empieza a cuestionar si la economía de Estados Unidos puede o no pasar de puntillas sobre la recesión. Con ideas encontradas los inversores empiezan ya a poner la venda antes de que empiece a sangrar la herida.
El buen inicio de año en Wall Street ha permitido a muchos valores muy penalizados el año pasado recuperar parte del terreno perdido. Compañías como Apple, Tesla o Amazon han visto como su valor de mercado ha aumentado en más de 100.000 millones de dólares cada uno, aunque todavía están lejos de sus niveles previos a 2022.
La inflación pareciera que se está desacelerando alrededor del mundo y algunos inversores lo toman con demasiado optimismo. Pero los grandes inversores mantienen la protección contra el aumento de precios.
Apertura con descensos en Wall Street este viernes, con los principales índices neoyorquinos encaminándose a una semana con saldo negativo ante las decepcionantes cuentas trimestrales y la preocupación sobre los futuros movimientos de la Reserva Federal. El Nasdaq Composite se deja un 0,86% en la apertura, el S&P 500 un 0,38% y el Dow Jones un 0,20%.
La Reserva Federal ha aumentado su apuesta hawkish con fuerte incrementos de los tipos de interés, pero los inversores de bonos omiten esto y aumentan sus posiciones.