La canciller alemana, Angela Merkel, ha reconocido este lunes en su intervención en el Parlamento alemán (Bundestag) que no existe una garantía al 100% de que el segundo rescate de Grecia, cuyo importe asciende a 130.000 millones de euros, tenga éxito.
El mercado americano amanece con caídas. Los inversores miran con miedo el avance de los precios de las materias primas, en especial gas y petróleo, y las voces del G-20 que este fin de semana apuntaron a que se requieren mayores dotaciones económicas en Europa para evitar el contagio de la crisis griega. Así todo, el Dow Jones se aleja de los 13.000 puntos, cede un 0,60% hasta los 12.905. El Nasqda también se tiñe de rojo, cede un 0,76% y el S&P 500 un 0,66%. En el mercado de divisas, el euro-dólar cotiza en los 1,33 dólares y, en el de materias primas, el barril de petróleo West Texas cae a 108,53 dólares.
Un beneficio de 50.1 millones de euros. Son las cifras que registró Pescanova al cierre de 2011, un 38% más que las obtenidas en el mismo período del año anterior.
Después de que a primera hora de la mañana Moody´s hablara de una probable quiebra del país heleno, Fitch salva los muebles y dice que no rebajará el ráting a la banca griega a pesar de haber recortado su calificación sobre la deuda del país.
Rusia podría acceder a prestar ayuda financiera directa a algunos de los países de la zona euro en dificultades, según afirma el primer ministro ruso y candidato presidencial, Vladimir Putin, en un artículo publicado por el diario Moskovskie Novosti.
Los índices estadounidenses encaran un inicio de semana con traje rojo mientras los precios del gas aumentan, aunque los del petróleo se moderan. Además, los vientos negativos que vienen de Europa tampoco animan a una apertura en positivo. Los futuros del Dow Jones ceden un 0,40% hasta los 12.909 puntos, los del Nasdaq un 0,46% y los del S&P 500 un 0,40%.
Suma y sigue el castigo en Indra. La tecnológica se configura como el farolillo rojo de la media sesión con un retroceso superior al 4%.
La agencia de calificación asegura que existe un gran riesgo de que los inversores privados no se contenten con una quita que supera el 50% y que, por tanto, podrían rechazar.
Ya se comienza a especular con las cifras que pedirán algunos de los bancos de la Eurozona en la próxima subasta del BCE. Financial Times cifa en 15.000 millones de euros la cantidad que solicitarán Lloyds y RBS a la entidad que preside Mario Draghi.