El candidato presidencial demócrata Barack Obama culpó hoy de la que describió como la "crisis financiera más seria desde la Gran Depresión (de la década de 1930)" a los ocho años de políticas de la actual Casa Blanca. "Los desafíos que afronta hoy nuestro sistema financiero son una prueba más de que muchos en Washington y en Wall Street no estaban prestando atención a lo que ocurría", dijo Obama en un comunicado. Indicó que los ocho años de la actual Administración han reducido la protección a los consumidores, disminuido la vigilancia y la regulación e incentivado el pago de enormes compensaciones a los directivos, al tiempo que se ignoraba a la clase media.
Citigroup, el banco más grande de Estados Unidos por activos, intentó apuntalar la confianza de los inversionistas al afirmar el lunes que su exposición en el banco de inversión en bancarrota Lehman Brothers no perjudicaría excesivamente su posición de capital. Lehman, que el lunes por la mañana pidió la protección por bancarrota, dijo que Citi y Bank of New York Mellon Corp estaban entre sus principales acreedores no asegurados. Citi ha recaudado cerca de 50.000 millones de dólares desde el inicio del año al vender activos y refinanciar deuda, dijo el presidente financiero Gary Crittenden en una teleconferencia pregrabada, de la cual una trascripción estaba disponible en el sitio de internet del banco.
El banco de inversión Lehman Brothers, la cuarta entidad de EEUU, ha puesto fin hoy a 158 años de historia, en los que superó la Guerra Civil estadounidense, la crisis del ferrocarril de finales del siglo XIX, la Gran Depresión que siguió al "crash" de 1929 y la debacle del fondo Long Term Capital en 1998. La firma fundada en 1850 por los hermanos Henry, Emanuel y Mayer Lehman en Montgomery (Alabama), protagoniza con sus 613.000 millones de dólares de deuda una de las mayores quiebras de EEUU, por delante de WorldCom en 2002 y de Drexler Burnham Lambert, el especialista en "bonos basura" que se declaró en bancarrota en 1990. El banco, que dispone de activos por valor de 639.000 millones de dólares, es un gigante con 25.935 empleados distribuidos en las 61 oficinas que tiene en todo el mundo.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, insistió hoy en que el sistema financiero español "se encuentra saneado" para hacer frente a la difícil situación en la que se encuentran los mercados financieros.
En su comparecencia en la Comisión de Economía en el Senado, Solbes insistió en la "solidez y solvencia" del sistema financiero español para adaptarse a las tensiones en los mercados internacionales.
Unas tensiones que, reconoció, "lejos de remitir se han recrudecido" en las últimas horas, con la quiebra del banco estadounidense de inversiones Lehman Brothers, así como por la compra de Merril Lynch por parte del Bank of America.
Solbes señaló que las autoridades europeas van a asegurar el buen funcionamiento del sistema financiero y van a dar une respuesta "coordinada" a la crisis, como así se ha decidido en la reunión informal del Ecofin celebrada este fin de semana en Niza.
El euro descendía el lunes por la mañana tras registrar durante la noche fuertes alzas en relación con el dólar, a medida que los mercados llegaban a la conclusión de que cualquier recorte de tasas por parte de la Reserva Federal obligará al Banco Central Europeo a tomar una medida similar. El euro había subido durante la noche luego que Lehman Brothers Holdings Inc. (LEH) se acogiera a la protección del Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos y aumentara la preocupación frente a la situación de American International Group Inc. (AIG) y Washington Mutual Inc. (WM).
El petróleo caía más de 5 dólares el lunes, a menos de 96 dólares el barril, porque los inversores huían hacia refugios seguros debido a la turbulencia que estremece al sistema financiero estadounidense y por señales de que el huracán Ike no afectó seriamente la infraestructura energética. La declaración de bancarrota de Lehman Brothers el domingo y el acuerdo de Bank of America de comprar Merrill Lynch aumentaron las crecientes preocupaciones de que los problemas económicos mundiales van a desacelerar más la demanda energética, llevando a que los inversionistas salgan del petróleo y busquen refugio seguro.