En estos momentos una de las prioridades del gobierno español es balancear las cuentas fiscales en medio de un entorno económico desfavorable, con tensiones recesivas y presiones externas.
Tras la publicación del artículo sobre la necesidad de la creación de un banco malo, a petición de lectores y clientes, aunamos esfuerzos para poder aclarar y especificar cómo se debería llevar a cabo y los costes o consecuencias que ello supondría para el contribuyente.
En primer lugar queremos felicitar al nuevo gobierno español, en donde le deseamos el mejor de los deseos en esta crisis galopante que a nuestro criterio, se fundamenta en un deficiente proceso de integración en la Unión Europea con una falta de regulación del sector financiero que eleva a la última de las consecuencias, la falta de valores en las que estamos inmersos. El nuevo gobierno, se enfrentará a grandes retos tanto a nivel social como a nivel económico.
A pesar de la compra de deuda italiana y española por parte del BCE, las medidas de riesgo continúan disparadas. Ayer el diferencial entre el bono español y alemán a diez años alcanzó los 433 pb, después de la mala subasta de deuda italiana y ante el temor de que el BCE no acudiese al rescate de la moneda única. Esta medida se acrecentó en 24 pb, tras la subasta de letras españolas en el día de hoy, alcanzando los 457 pb.
Desde el anuncio de intenciones de Papandreu de realizar el polémico referéndum que afortunadamente ya no se llevará a cabo, las convulsiones políticas en Grecia no han dejado de cesar. Así hemos conocido, que se ha llegado a un acuerdo para formar un gobierno de coalición entre socialistas y conservadores, apartando a Papandreu del liderazgo.
La salida del euro de Grecia cada vez se hace más plausible tras la declaración de intenciones de Papandreu acerca del referéndum sobre las condiciones exigidas por Europa para su rescate, seguramente por considerar que lo que están dispuestos a recortar los bancos será insuficiente y con la intención de desvincularse de responsabilidad, “pasando la patata caliente” al ciudadano heleno. Cabe mencionar que no es la primera vez que un acuerdo alcanzado en Europa da marcha atrás por los resultados o expectativas negativas de un referéndum. De hecho, ya se han paralizado las ayudas hasta que Grecia no cumpla los requisitos exigidos.
Estamos escuchando en distintas fuentes informativas, la posibilidad que se produzca una quita sobre la deuda española del 20%, poniendo sobre la mesa la realidad de la crisis de deuda de la que venimos avisando desde hace ya más de tres años. En este sentido la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ,en los nuevos test de stress que están preparando para la banca europea, es posible que aplique esta medida con el consiguiente quebranto en las entidades financieras.
A finales del pasado mes de septiembre la Fed de Estados Unidos dio a conocer su último plan de estímulo económico denominado “Operación Twist”, con el que pretendía modificar el vencimiento de 400.000 millones de la deuda americana mediante la emisión de bonos a corto plazo, hasta tres años, para después usar esa liquidez en adquirir bonos a seis y diez años.
La Hacienda Pública de la mayoría de los Estados miembros de la UE se ha visto azotada por la crisis global, produciéndose un fuerte deterioro de los saldos presupuestarios y un aumento paralelo de los ratios de nivel de deuda sobre PIB en estos últimos años.
Nos encontramos con la noticia del banco francobelga Dexia al borde de la quiebra habiendo pasado los stress test recientemente. Sin duda, las medidas de supervisión y control para reglar al sector financiero siguen siendo insuficientes y sobre todo con falta de diligencia. Hemos sufrido el peor mes de toda la historia de la bolsa con una volatilidad en renta fija histórica.