El cede un 0,27% hasta los 32.018 puntos, el S&P 500 cae un 0,21% hasta los 3.939 puntos y el NASDAQ 100 un 0,28% hasta los 11.749 puntos.
Wall Street viene de una sesión volátil el jueves, que finalmente terminó con los principales índices neoyorquinos registrando sólidas ganancias. El Nasdaq Composite registró la mayor subida, un 1%, ya que las acciones tecnológicas siguieron subiendo ante la corazonada de que las subidas de los tipos de interés estarían llegando a su fin. El S&P 500 terminó en torno a un 0,3% al alza, mientras que el Dow subió un 0,2%.
En la semana, el Dow y el S&P 500 han subido alrededor de un 0,8% cada uno, mientras que el Nasdaq ha ganado un 1,4% hasta el cierre del jueves.
Los inversores han estado evaluando las últimas decisiones de política monetaria de la Reserva Federal. El banco central comandado por Jerome Powell subió los tipos de interés en 25 puntos y dio a entender que su campaña de endurecimiento monetario podría terminar pronto. No obstante, Powell señaló que las condiciones crediticias se han endurecido, lo que podría ejercer presión sobre la economía.
Según Tom Hainlin, estratega nacional de inversiones de U.S. Bank Wealth Management, “el principal motor de la volatilidad de los mercados es la valoración que hacen los inversores del tira y afloja entre la estabilidad de precios y la estabilidad financiera”. Hainlin añade que la Reserva Federal tiene el “mandato de controlar la inflación y, al mismo tiempo, limitar las tensiones adicionales sobre la actividad del mercado de capitales que pueden derivarse de las continuas subidas de tipos”.
Lo cierto es que el sector financiero lleva unas semanas mandando señales preocupantes al mercado, primero con la caída de varios bancos regionales estadounidenses y después con el rescate orquestado del Credit Suisse. Ahora, el epicentro parece trasladarse a Deutsche Bank, cuyas acciones cotizadas en EEUU se desploman un 9% en la preapertura después de que los CDS del gigante bancario alemán se hayan disparado.
Los CDS son instrumentos derivados asociados al riesgo de incumplimiento de la deuda o lo que es lo mismo, una forma de seguro para los tenedores de bonos de una empresa contra su impago. Por eso, si brusco salto de 142 puntos básicos a 173 puntos básicos ha encendido todas las alarmas sobre la situación de la entidad.
Y el miedo a un contagio se hace evidente también en la cotización de los grandes bancos de Wall Street. En el DOW JONES los valores que más caen en la apertura son American Express con descenso del 2,16%, Walt Disney con un 2,05% y Goldman Sachs con un 1,93%. JPMorgan Chase cede un 1,80%.
Intel se revaloriza en la apertura un 2% y lidera las subidas en el DOW JONES, Walmart un 1,11% y Procter&Gamble un 0,93%.
Los inversores también tienen que estar atentos a las cotizaciones de los bancos regionales. El jueves, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, afirmó que los reguladores están preparados para tomar más medidas si es necesario para estabilizar los bancos estadounidenses. Sus comentarios suponen un nuevo intento de reforzar la confianza en el sistema bancario estadounidense tras los cierres de Silicon Valley Bank y Signature Bank. First Republic, uno de los bancos que han estado más en el ojo del huracán en las últimas semanas, cae un 3,5%.
Fuera del sector financiero, malas noticias también para Oxford Industries. La empresa especializada en ropa y accesorios de alta gama cae más de un 5% tras ofrecer unas débiles previsiones para el primer trimestre del año: espera entre 3,60 y 3,80 dólares de beneficios por acción, por debajo de la estimación de consenso de 4,09 dólares. Los ingresos se situarán entre 405 y 425 millones de dólares, frente a los 411,5 millones previstos por los analistas.
Para todo el año, Oxford Industries pronostica unos beneficios por acción de entre 11,50 y 11,90 dólares, en línea con la estimación de los analistas de 11,82 dólares. Y La empresa sitúa su previsión de ingresos para todo el año entre 1.620 y 1.660 millones de dólares, por encima de los 1.602 millones previstos por Wall Street.
Sí escapa del pesimismo Torrid Holdings, que se dispara un 9%. La compañía registró unas pérdidas por acción de 4 centavos en el cuarto trimestre del año pasado, mejor que los 7 centavos que esperaba el mercado que perdiese. Las ventas en tiendas comparables bajaron menos de lo previsto, mientras que los ingresos del trimestre fueron de 301,2 millones de dólares, frente a los 292,1 millones esperados por los analistas.
En los mercados de materias primas, también se hace patente el miedo a que los problemas de la banca desemboquen en una nueva recesión, con el barril de West Texas registrando caídas de un 3,60% hasta los 66,99 dólares. Los Futuros del petróleo Brent de referencia en Europa caen un 3,50% hasta los 72,84 dólares.
Al mismo tiempo, los inversores vuelven a buscar refugio en la renta fija, con una brusca caída de las rentabilidades (que se mueven de manera inversa al precio). El bono estadounidense de referencia a diez años ofrece un rendimiento en el mercado secundario de un 3,298% tras caer en 10 puntos básicos. Aún más acusada es la caída en la rentabilidad del bono a dos años, de 20 puntos, hasta el 3,591%.
También el dólar funciona hoy como refugio, con el euro cayendo un 0,80% frente al billete verde, hasta situar el tipo de cambio en 1,074 dólares por cada moneda comunitaria.