En el caso de la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) ya ha confirmado que hasta el primer semestre de 2020 va a mantener sus tipos de interés en los niveles actuales e incluso su presidente Mario Draghi abrió la puerta la semana pasada a bajar tipos o impulsar un nuevo programa de compra de deuda. Estas políticas han llevado a los bonos a sus rentabilidad históricas más bajas, con el bono español a diez años al 0,4%, el francés al 0% y el alemán al -0,3%. En el caso del estadounidense se sitúa por debajo del 2%, mientras la inflación se sitúa en los mismos niveles y los tipos de interés están fijados en la horquilla entre el 2,25%-2,5%.

En este escenario invertir en deuda fija soberana y llevarse a la ‘boca’ rentabilidades que superen a la inflación se convierte en un ejercicio cada vez más complicado. Sin embargo, los gestores sí ven valor en la deuda de los países emergentes o los llamados mercados frontera, aquellos países en vías de desarrollo que están a medio camino de ser considerados emergentes. Algunos países que se encuadran en este grupo son Kenya, Angola, Mongolia o Sri Lanka.

El ‘punto G’ de la ESG: la clave para invertir en renta fija soberana

Los mercados frontera reciben calificaciones crediticias en rangos de inversión, no de especulación o bono basura y entre las ventajas que tienen se puede citar la baja correlación con los mercados de los países desarrollados y los altos rendimientos de los activos. Entre los desequilibrios más importantes de este tipo de países se encuentra la gestión ambiental, los derechos sociales y humanos, y la gobernanza.

En este escenario trabaja la gestora danesa Global Evolution, y en concreto su director de análisis, Ole Hagen Jorgensen. El danés, que cuenta con experiencia como economista y consultor del Banco Mundial, participó este viernes en una conferencia organizada por Abante Asesores en Madrid. Jorgensen sostiene que los criterios ESG (ambiental, social y de gobierno, en inglés) ayudan a invertir en renta fija soberana, ya que estadísticamente los países que mejor lo hacen en materia de buen gobierno y asuntos públicos tienden a reducir sus diferenciales de deuda frente a los mercados de referencia de la renta fija como son EEUU o Alemania.

“Las políticas públicas son esenciales para el crecimiento económico. También lo son las cuestiones sociales como el desarrollo de la educación, la sanidad o los derechos de las mujeres. En muchos países africanos vemos como hay mujeres que tienen 10 o 12 hijos, lo que dificulta su acceso al mercado laboral y el crecimiento del país. El ejemplo lo tenemos en China donde la población se ha estabilizado”, apuntó Jorgensen.

Global Evolution invierte en este tipo de mercados fijándose en el sentimiento de mercado y en función de este estima unos diferenciales, el precio objetivo que debería rentar un activo frente a sus niveles actuales. Jorgensen ha calculado que en este tipo de mercados el riesgo político -que va aparejado a corrupción, gobiernos inestables…- marca el comportamiento, en gran medida, de las rentabilidades de su renta fija. “Nuestro modelo nos dice que hay momentos de compra cuando el diferencial que marca el mercado es inferior a nuestras estimaciones”, comentó Jorgensen.

 

 

Jorgensen señala que para que los datos de sentimiento de mercado sean cada vez más fiables y tengan una menor interferencia de los políticos es importante el desarrollo de la inteligencia artificial y un criterio unificado para delimitar los parámetros ESG.

Entre los mercados frontera más infravalorados, según su criterio destacan los bonos del El Salvador, Líbano, Jamaica, Túnez, Mozambique o Colombia. Por su parte, los mercados más sobrevalorados son la República del Congo, Camerún, Vietnam, Serbia o Etiopía.

Jorgensen estuvo en España acompañado de sus socios locales de la agencia de valores Capital Strategies Partners. “La ESG no es un argumento comercial de venta, sino una herramienta que implementar en los procesos de inversión para mejorar los retornos. Esto, especialmente en los mercados emergentes, se traduce en una fuente de generación de alfa. Asimismo, cada vez más vemos un cambio de actitud hacia la inversión sostenible y consideramos que las cuestiones de ESG son esenciales para el éxito a largo plazo”, indican desde la agencia de valores.