La primera mitad de año ha sido positiva para los activos de riesgo que, casi en su totalidad, han borrado la fuerte penalización que tuvieron todos los mercados (sin excepción) a finales de 2018. Un comportamiento que supone cierta normalización si  tenemos en cuenta que la volatilidad sí o sí volverá al mercado tras más de diez años “exterminada” por parte de los bancos centrales.

¿Tiene más del 2% en el mercado español? Es demasiado. Diversifique en emergentes y banca (asiática)
De izquierda a derecha: Ricardo Comín (Vontobel AM), Felipe López- Galvez (Self Bank), Silvia Morcillo (Ei), Iván Díez (Groupama AM) y Luís Martín (BMO Global AM)

 

Los expertos creen que el actual ciclo al alza -  que ya suma una década-  “no ha sido como el previo a la crisis. En el actual ciclo se ha crecido mucho menos y no se ha dado una amenaza mayor, que es una inflación disparada que pueda atenuar una subida de tipos”, asegura Ricardo Comín, sales director & Deputy country head Iberia en  Vontobel AM. Subidas que, por cierto, la FED ha borrado de su agenda y el BCE las ha fijado para, al menos, 2020 al haber desaparecido los temores de un recalentamiento de la economía. Unas subidas que, aunque a priori no son bien acogidas por los mercados, “es una buena señal de que la economía avanza por sí sola, generando consumo, las compañías están invirtiendo y, como consecuencia hay inflación y subida de tipos”, asegura Iván Díez, Country Head Iberia y Latam de Groupama AM. Sin embargo, el mundo ha cambiado de forma radical y parece que vamos a un escenario de tipos bajos durante mucho tiempo con lo que “hay que buscar activos que den rentabilidad con tipos bajos, no es tan fácil como antes, pero batiendo una inflación mucho menor y eso sí es interesante”, asegura Comín.

Todo en un escenario nuevo, inexplorado, pero con amenazas que evidencian que la situación es delicada. Claro que sin llegar a la recesión porque sigue habiendo crecimiento lento, pero crecimiento al fin y al cabo. En este punto, Felipe López- Gálvez, director de contenidos, productos y servicios de Self Bank cree que habría que diferenciar la situación de las economías desarrolladas, que están dando síntomas de agotamiento, de la economía global. De hecho “mientras sigamos viendo a China crecer por encima del 6% no creemos que vaya a haber recisión a nivel global ni vemos una recesión que se vaya a traducir en caídas en las bolsas”. Es más, las bolsas dependen de lo ocurra en esa economía debido a la cada vez mayor presencia que tienen las compañías europeas y americanas en la región.  Con todo la vista tiene que estar sobre los resultados trimestrales de los próximos  trimestres que “son los que de verdad nos indicarán si esta subida se corresponde con lo que están publicando las compañías”, asegura Luis Martin, director en España de BMO Global AM.

Cuando se habla de países en crecimiento nadie duda que son los emergentes los que ofrecen un mayor potencial. “Hay población joven y consumo y, si además le añadimos que suponen más dela mitad de la población y la extensión mundial, debemos tener la región muy en cuenta a la hora de invertir”, asegura el experto de Groupama AM. Una región en la que hay que discriminar por países pero que si se tira de cifras, supone un 80% del crecimiento a nivel mundial, es una economía menos endeudada (el gran problema que lastra al mundo desarrollado), con una población joven que implica un menor gasto en sanidad. Cuando se invierte en emergentes “hay que hacerlo con un horizonte de 15 años vista. Naciones Unidas prevé que en 2030 haya 750 millones de personas que se incorporarán al sistema laboral, la mayor parte de la misma está en India, indonesia o Bangladesh, países donde la renta per cápita es bajísima y que a largo plazo empezarán a entrar en una economía de clase media”, asegura el experto de BMO Global AM.

Pero si, como inversores, se tuviera que señalar una cualidad es que “tienen cupones. Algo que cada vez es más complicado en los países desarrollados, a pesar de tener un rating mejor”, dice Comín. A la hora de aproximarse a la región, los expertos tienen claro que tanto en renta fija como en renta variable hay oportunidades “sobre todo cuando se habla de compañías de calidad y con buenos modelos de negocio. Invertir en una empresa con un calidad crediticia cerca del Grado de inversión con un cupón del 4-5% es más que atractivo”, asegura Díez, quien cree que “la distribución entre activos dependerá del riesgo que tolere cada inversor”.

“Los emergentes son el paraíso para la gestión activa. A diferencia del S&P 500, que es complicado  batirlo, los mercados de los países  emergentes son mercados tremendamente ineficientes”.

En el tramo de la renta variable, en BMO Global AM cree que la emergente es de las mejores opciones en este momento “en sectores donde se refleje más claramente el cambio demográfico, la migración del campo a la ciudad y el uso de la tecnología. Dos sectores donde se ve esto es en consumo básico y sector financiero”. De hecho, resulta que el sector financiero indonesio es uno de los más rentables del mundo, con un margen de intermediación que es cuatro veces el de Europa y que hace banca 1.0, es decir, el primer acceso al crédito es fácil y con un margen altísimo. Martín además busca cualidades como el poder de fijación de precios y capacidad de aumentar sus márgenes. En este punto no entra ni energía (más dependiente de la geopolítica a nivel mundial) o tecnología.

En los mercados desarrollados, y sobre todo cuando hablamos de mercados de renta variable, pocas regiones que sirvan de oportunidad en estos momentos. Más cuando se piensa que son países atenazados por la deuda y de factores como el envejecimiento de la población. El mercado español, insisten, no es reflejo de la economía española. “España está creciendo pero ninguna compañía que lidere el mercado español es de consumo y, de hecho, mucho del beneficio de las compañías españoles depende de Latinoamérica”, dice Martín que asegura que si el porcentaje de la renta variable española en cartera  es superior al 2% “es que confían más en la bolsa española de lo que confían en otros mercado”. El inversor tiene un sesgo doméstico sentimos que conocemos mejor a compañías como BBVA o Banco Santander cuando no realmente tiene por qué ser así por lo que “lo mejor es comprar un fondo que compre el mejor banco o la mejor eléctrica que pueden no ser españoles porque, tener sobrepeso a España en la cartera, se ha demostrado que a largo plazo puede ser peor”.

 

 

 

Así que, volvamos a los mercados emergentes. Para estos expertos “el paraíso de la gestión activa porque es un mercado tremendamente ineficiente donde hay muchos minerales escondidos con cupones interesantes”, advierte Comín.  Además, las compañías emergentes tienen una ventaja añadida y es que “nunca podrán tener mejor rating que el país al que pertenecen. Es por eso que en ocasiones encontrarás un rating BB en una empresa que puede ser más interesante que una B de Alemania”. En el tramo de renta fija, la mesa se centró sobre todo en deuda en divisa fuerte, que estaría ofreciendo actualmente un cupón medio del 5% o 6% según se trate de deuda gubernamental o corporativa. Unas cifras que no se encuentran en los desarrollados – ni siquiera en emisiones high yield-  y donde, si la deuda se paga con crecimiento, ellos lo tienen más sencillo.

Renta fija de los países desarrollados: deuda subordinada y corporativa

Si se buscan oportunidades en el segmento de renta fija en los países desarrollados, lo primero es cambiar el chip. “Los tipos de interés están muy bajos, se mantendrán en niveles bajos durante mucho tiempo y, para obtener hoy en día rentabilidades del 2%, hay que estar dispuestos a perder un 2%. Si no se está dispuesto quizás es mejor quedarse en liquidez”, asegura el experto de Groupama. Liquidez que “permite hacer frente a necesidades de corto plazo y reduce costes de oportunidad”.  Partiendo de la flexibilidad como un criterio sine qua non para formar la cartera, este experto cree que hay activos como la renta fija corporativa en grado de inversión o deuda subordinada financiera en los que todavía puede haber alguna oportunidad.

En  Vontobel no ven valor en la deuda gubernamental ni en high yield, porque no compensa la rentabilidad con el riesgo que se asume aunque “nos quedaríamos con renta fija corporativa euro y de Reino Unido. Creemos que empresas fuertes en Reino Unido o empresas fuertes en Europa expuestas a la libra es complicado que vayan a hacer impagos pero están pagando más”, asegura Comín que cree que es el Banco de Inglaterra el que debería actuar ante el Brexit y “si baja tipos el bono inglés podría funcionar de forma positiva”.

Pensando en el inversor más conservador, en Self Bank creen que los bonos ligados a la inflación o los fondos mixtos muy flexibles pueden ser una opción atractiva. Un tipo de inversion que puede estar bien para el inversor “que no tiene capacidad para diversificar y que permite estar perfilado”. Siempre, eso sí, con el apellido flexible en un entorno de vuelta de la volatilidad. Una categoría que ha crecido bastante en los últimos años “debido a la mejora en la cultura financiera y porque hay gente que, como la rentabilidad de la renta fija no era la esperada, se ha ido desperfilando a favor de productos con una rentabilidad similar pero asumiendo un riesgo mayor”, advierte Luis Martín. Eso es peligroso porque “cuando  llega un período como el de finales de 2018, el inversor que pensaba que estaba en un producto más conservador salió del mercado y se perdió el rally del primer trimestre”. 

Sin embargo, hay un hueco para la banca cuando se habla de la deuda subordinada. Los bancos están más saneados pero su problema no es de solvencia, es de rentabilidad. Un tipo de deuda que ofrece “cupones de entre el 4-5% de emisores muy solventes”, advierten en Groupama AM. Un tipo de deuda que, de nuevo, hay que mirar con cautela pues “lo que podemos ver como una emisión de un banco muy solvente con expectativas de tranquilidad puede ser malo porque el banco no se vea obligado a comprar de nuevo esos bonos para emitir más barato porque, tal y como están los tipos, ya lo ha hecho y “te quedes con una deuda perpetua y un cupón que hay que vender en secundario porque el emisor nunca me lo recompra”, recuerda Comín. Desde BMO Global AM aseguran que la banca ha demostrado ser un sector estratégico para la economía pero “ahora tienen menos capacidad de correr riesgo porque están constreñidos al ser un sector de riesgo sistémico, lo que quiere decir que su capacidad para ganar dinero con el peso de la regulación va a ser complicada”.

Cuatro ideas de inversión de los ponentes


“Tenemos que mirar a activos con mayor riesgo y nosotros haríamos un hueco en nuestras carteras a los emergentes siempre, eso sí, que nuestro perfil de riesgo lo permita. Una región que se podría ver favorecida por el frenazo de la FED en la subida de tipos”

 

Logo Groupama
“Los bonos convertibles son una idea interesante. Tienen una parte de renta fija y otra de renta variable que permite  tener exposición a mercado sin la volatilidad del mismo. Para una cartera conservadora, tener bonos convertibles puede ser una opción”.

 


"Si pensamos a largo plazo, emergentes con fondos con sesgo a países con renta per cápita baja, sobre todo del Sudeste Asiático y fondos centrados en consumo básico y sector financiero. El mercado está ahora para tomárselo con calma y ser cauteloso”.

 


“En renta variable nos quedamos con la americana porque estamos convencidos de que si este mercado cae, Europa también lo hará. Y si puede ser fondos con beta inferior a 1, que tendrás menos riesgo que el mercado”