Recomendamos, en general, reducir las posiciones en cartera y, en particular para los más especuladores, utilizar la cobertura vía derivados. Por otro lado, los valores en que podemos permanecer cómodamente son aquellos que lo hayan hecho peor, como es el caso de Repsol.
Nos movemos en un rango muy estrecho de los 11.200 a los 11.600 puntos en que en las próximas semanas veremos una clara consolidación lateral. Hay que actuar tranquilos en estos entornos, jugar con la volatilidad, reforzando carteras en los niveles inferiores y aprovechando para hacer liquidez en la parte más alta de la horquilla.
Se espera que a corto plazo las tensiones disminuyan, y si la situación se normaliza disminuirá la prima de riesgo favoreciendo un ligero rebote hasta los 11.450/11.500 puntos, considerados como nivel de equilibrio. Habrá que aprovechar el rebote entrando en los valores que han mostrado mejor evolución como pueden ser Acciona, Indra, BBVA, BSCH, FCC, Bankinter o Gas Natural.
A estos niveles vemos oportunidades de arbitraje: debemos ponernos cortos en Ibex y largos en los sectores con mayor potencial como pueden ser el sector financiero; por otro lado, Repsol es una opción barata en el sector petrolero, y, finalmente, son interesantes los valores que han sufrido una corrección severa como pueden ser Ferrovial y FCC.
En esta coyuntura, recomendamos reducir el peso de las carteras para comprar tranquilidad en los meses estivales que, históricamente, se caracterizan por la volatilidad.
Estamos pendientes de operaciones corporativas como la transacción de Johnson&Jonson y Pfizer por 16.000 millones de dólares o, en nuestro país, los movimientos de Arcelor cuyas acciones se cotizan por encima de los 40 euros. Todo ello constituye una muestra de optimismo, un apoyo para pensar en un entorno razonablemente tranquilo.
Los resultados empresariales del segundo trimestre, que se esperan positivos, y los movimientos corporativos con ánimo de crecimiento como el iniciado por Siemens y Nokia son claves en las variaciones del secundario. El entorno microeconómico es el que otorga cierta confianza y tranquilidad al mercado.
No tendría mucha prisa porque a corto plazo no hay catalizadores para que suba el mercado. Pero en una visión de medio plazo compraría Telefonica, Repsol o ABN Amro que tienen buenos peres y altas rentabilidades por dividendo. Y a esos precios aprovecharía las oportunidades haciendo cartera.
Nuestro objetivo en el corto plazo son los 11.400-11.500 de Ibex y estamos cerca. El mercado todavía tiene algo de potencial de subida, ese nivel es una zona de equilibrio y allí habrá una consolidación lateral. No pensamos que vayamos a ver la zona de máximos de los 12.000 puntos que de romperse lo hará la última parte del año.
Nosotros creemos que el de la inflación, es un dato más y por el dato que recibimos la semana pasada del orden de bienes duraderos.