Álvaro Guzmán de Lázaro es uno de los socios fundadores de esta boutique de gestión de activos independiente española, y junto a otro de sus socios, Fernando Bernad, actúan como codirectores de inversiones. La gestora alcanza un total de activos gestionados de cerca de 1.000 millones de euros y más de 18.000 partícipes, en donde la renta variable es el activo central. Entre sus fondos de inversión hay uno que supera los 500 millones de euros de patrimonio y es el fondo que se analizará:

En lo que va del año los inversores se han mostrado muy resilientes frente a la volatilidad del mercado, y la gestora no ha experimentado alteraciones  significativas en los AuM por suscripciones/reembolsos. El mayor de sus fondos y uno de los buques insignia, Azvalor Internacional FI, creado en octubre de 2015, invierte al menos el 75% en renta variable de cualquier capitalización y sector, de emisores principalmente de la OCDE, con un máximo del 10% en emisores españoles y hasta un 35% en emergentes. Los gestores del fondo son los dos socios fundadores mencionados anteriormente.

En sus cuatro años de historia se observa que únicamente en 2016 logró batir a su índice de referencia, alcanzando una rentabilidad del 20,28%. Sin embargo, en los años posteriores se ha quedado muy por detrás del mismo y en las últimas posiciones respecto a sus competidores asumiendo mayor riesgo que ellos, con tracking error de 15,06.

En lo que va del año hasta cierre de julio el fondo perdía un -23,59% (recuperando parte del terreno perdido de los mínimos del año) mientras que su índice de referencia (MSCI ACWI NR) perdía el -6,30%. El fondo se encuentra un 35% alejado de sus máximos históricos. Desde su lanzamiento hasta el 8/10/2020 la rentabilidad del fondo se mantiene en terreno negativo que supera el -8,5%.

 

La cartera muestra un mayor sesgo a renta variable norteamericana (62,9%) que a Europa (25,5%), con una exposición del 10,5% a América Latina y 1,13% a Asia desarrollada. Mientras que por sectores tiene fuerte peso en cíclicos (sectores más value que los defensivos),  que en las últimas semanas han mostrado mejor comportamiento que aquellos que se habían visto favorecidos como tecnología, salud y consumo. Entre los sectores con mayor peso son materias primas y energía, que a diferencia de otro sector value como el financiero (donde tienen una posición marginal), que representan buena parte de la cartera.

A pesar de que la mayor parte de las posiciones se han mantenido intactas, durante el segundo trimestre realizaron algunas incorporaciones como CNH industrial, Teck Resources (con una caída anual del 31,34%) y First Quantum (con una rentabilidad en un año cercana al 43%), habiendo tomado beneficios en Barrick Gold (que ha subido más de un 45% en un año), Cameco (productor de uranio y con una rentabilidad 12 meses del 59%) y Sol SPA (análisis, producción y distribución de gases industriales y medicinales que tan sólo había subido casi un 4% en un año), y a simple vista parece que está dando resultados.

Este fondo tiene una sobre ponderación a empresas de mediana capitalización, que representan el 41% de los activos, y además c. de un 40% de la inversión en empresas pequeñas y micro.

Respecto a fondos similares de otras gestoras value analizadas, no se ha visto nombres repetidos entre las principales posiciones.

El proceso de inversión es consistente en cuanto a la selección de valores. Sin embargo, sería necesario que el mercado comenzara a premiar a aquellas empresas valor – cíclicas y no tanto de crecimiento. Aunque con las incertidumbres sobre el crecimiento económico que existe, sería el momento más propicio para que el valor vuelta al centro de las miradas y este tipo de fondos comiencen a recibir el fruto de su proceso de selección.