Belén Garrido, Head of Strategy de Jekyll, explica que comenzó en el mundo empresarial estudiando publicidad “por una cuestión de gusto”, y después marketing y gestión comercial en ESIC, etapa en la que entró en “el mundo de los negocios”, que se convirtió en su “gran pasión”. Toda su vida profesional se ha desarrollado en Jekyll. Los fundadores apostaban “muy fuerte por el mundo de los negocios digitales” y ella ya tenía claro que era “el espacio donde podía al menos arrancar”. Añade que “confiaron siempre mucho en mí”, permitiéndole decidir y crecer en el ámbito digital, “que es lo que de verdad me encanta”.
Sobre su experiencia en una ONG, detalla su colaboración con Casa Ronald en Málaga, Valencia y Barcelona. Explica que la organización canaliza “toda la responsabilidad social de McDonald's” y que su lema es “un hogar fuera del hogar”. Su aportación consistió en dar “difusión” y “visibilidad” a la casa de Málaga, en un proyecto “muy bonito” también a nivel personal. Admite que le gustan las ciudades portuarias: “me gusta mucho el Mediterráneo”. Jekyll decidió instalarse en Barcelona para acceder a un ecosistema con “más movimiento, con más acción”, donde podían conectar mejor con empresarios y emprendedores.
En cuanto al core business, explica: “Jekyll se define a día de hoy como una consultora pero que es capaz de desarrollar lo que propone”. Considera que esta ejecución es clave: “la innovación aporta cuando la aterrizas y empieza a tomar acción”. Su cliente tipo es ahora “la pyme y la empresa grande”, no la gran corporación, cuyos ritmos “no terminan de encajar” con su modelo.
Jekyll cuenta con “35 personas” entre perfiles de negocio y desarrollo. Su equipo, asegura, actúa como “la bisagra entre uno y otro” para asegurar coherencia entre estrategia y tecnología. Para ella, crecer es aumentar estructura, mientras que escalar es “optimizar operaciones” para mejorar rentabilidad con apoyo en la tecnología, “la gran palanca” para lograrlo.
La idea de la membresía surge de unir la utilidad del contenido diario y el hecho de que el cambio de mentalidad de un CEO “necesita tiempo”. El “clic” llegó “a la vuelta de verano”. Hoy la newsletter llega a “65.000 suscritos”. Explica que ha funcionado porque Jekyll acumula 18 años de base de datos y porque la publicidad “ha funcionado bien”. Añade que lanzaron una mentoría de pago sobre escalado, con “lecciones semanales”.
El proyecto que más satisfacción le ha dado fue el desarrollo de un neobanco, sobre el que pudieron “rediseñar la banca” e idear productos como la “entrega efectiva a domicilio” o herramientas sobre suscripciones. Garrido asegura que lo que más disfruta de su trabajo es “entrar en un sector, entrar en una empresa” y que le permitan “entrar hasta la cocina”. Lo que menos le gusta es “la impaciencia”, porque le gustaría que el mundo digital avanzara más rápido.
En cuanto a la presencia internacional, Jekyll tiene oficinas en Barcelona, Málaga y una oficina comercial en Miami, que funciona con “clientes de Estados Unidos proyección Iberoamérica” y también proyectos norteamericanos. Aun así, su grueso sigue siendo nacional. Lo más difícil en Miami, explica, fue encontrar “perfiles de desarrollo de negocio”.
Asegura que el valor principal de Jekyll está en la estrategia: “sin un buen modelo de negocio no hay ninguna tecnología que soporte el ir al mercado”. La tecnología es siempre “una consecuencia del negocio”. Añade que las empresas valoran que Jekyll no solo proponga, sino que implemente: “puedo transmitir cuatro ideas felices”, pero lo importante es “la continuidad”.
Sobre el equipo, afirma que evitan el “modelo mercenario” y buscan compromiso. Reconoce que “contratar está siendo difícil”. En producción funcionan mejor perfiles intermedios, mientras que en consultoría necesitan perfiles senior. Eso sí, sobre la IA afirma que la usan “mucho”, que “agiliza procesos”, aunque “no es la salvadora de todos”.

