Tras la fusión con Liberbank en 2021 y culminar dos años de integración interna, Unicaja ha entrado en una nueva etapa estratégica. En la 5ª Edición del Salón del Inversor, evento organizado por Estrategias de Inversión y Renta 4 Banco, Alberto Fernández explicó la evolución del banco, la solidez de su posición actual y las claves del plan a tres años cuyo horizonte se extiende hasta 2027.
Fernández recordó que, tras la reestructuración posterior a la fusión, el grupo lanzó un plan “sencillo, enfocado y pragmático” con la prioridad de transformar la banca minorista, donde la entidad concentra aproximadamente un 5% de cuota en depósitos e hipotecas, y fortalecer áreas de mayor potencial como la banca corporativa y la gestión de activos, que actualmente representan en torno al 2%.
El banco marcó al inicio del año un objetivo acumulado de más de 1.600 millones de euros de beneficio neto en el trienio, equivalente a un ROTE superior al 13% sobre un capital regulatorio del 12,5%. La estrategia contempla además una remuneración total al accionista equivalente al 85% del beneficio acumulado, preservando un nivel de capital CET1 “siempre por encima del 14%”.
“El año está siendo muy positivo: hemos concedido 7.200 millones en créditos, incrementando un 40% el volumen respecto al año anterior”, detalló Fernández. Además, subrayó el crecimiento del 24% en fondos de inversión, con 16.000 millones bajo gestión y una posición de liquidez que definió como “la más robusta del mercado español”. En los nueve primeros meses de 2025, Unicaja ha superado los 500 millones de euros de beneficio neto, lo que sitúa al banco en una senda que permitiría rebasar los objetivos fijados y cerrar el ejercicio con un ROTE del 17%, afirmó.
La entidad prevé cerrar el ejercicio superando los 600 millones, lo que refuerza la probabilidad de exceder los objetivos estratégicos. El valor contable más dividendo ha avanzado un 10% en el último año y la acción se ha revalorizado más de un 100%, reflejo tanto de la robustez de la entidad como del buen comportamiento del sector en 2025. Para los dos años restantes del plan, la entidad contempla un payout cercano al 100%, lo que situaría la rentabilidad por dividendo en torno al 10%.
El nuevo escenario de tipos: estabilidad para el margen y ventaja competitiva en liquidez
Durante el diálogo con María Mira, ésta planteó la dificultad que podría suponer para la banca el proceso de normalización de tipos de interés. Fernández recordó que el sector viene de quince años excepcionalmente complejos, marcados por tipos negativos e incluso por episodios en los que se llegó a cobrar a los clientes por los depósitos.
El actual escenario, con tipos estabilizados en torno al 2%, representa —señaló— “un punto muy adecuado para la banca minorista española”. En el caso de Unicaja, la posición de liquidez es uno de los principales diferenciales competitivos: la entidad puede generar ingresos tanto a través de la concesión de crédito como mediante la remuneración que obtiene de colocar excedentes en el Banco Central Europeo o en instrumentos monetarios de corto plazo, proporcionando así estabilidad al margen de intereses en los próximos años.
Solvencia como pilar: crecimiento prudente y remuneración sostenible
Mira también destacó la elevada solvencia de Unicaja y planteó cómo gestionar ese equilibrio entre crecimiento y rentabilidad. Fernández aseguró que el capital “es la piedra angular del plan estratégico” y que, aunque el mercado a veces reclame una devolución más acelerada, la entidad considera que mantener una posición holgada ofrece una doble ventaja: permite crecer de manera selectiva sin comprometer el perfil de riesgo y sostiene la capacidad de remunerar al accionista de forma elevada y estable en el medio plazo. Además, deja margen para explorar oportunidades inorgánicas si se presentaran.
Competencia, digitalización y nuevos jugadores: riesgos que se transforman en oportunidades
Respecto a los riesgos, Fernández señaló que el primero es la propia ejecución del plan, especialmente en productos de alta competencia como las hipotecas. Aunque el mercado ha intensificado la presión, la entidad interpreta la entrada de nuevos actores (neobancos) como un impulso adicional a la innovación, más que como una amenaza directa.
En el plano macroeconómico, Fernández destacó la buena evolución de España y la calidad estable de la cartera, aunque insistió en que la entidad mantendrá su habitual prudencia: “Queremos crecer, pero crecer bien; si otros bancos avanzan más rápido, no nos incomoda defender nuestra posición”.

