En la rueda de prensa de presentación de las conclusiones de la cumbre que hoy se celebró en Londres, que comenzó media hora más tarde de lo previsto, Brown confirmó que los líderes mundiales se comprometieron a erigir un nuevo sistema de regulación internacional y adoptar "cualquier acción que sea necesaria" para recuperar la senda de crecimiento.

En su intervención, el mandatario declaró hoy es "el día que el mundo se unió, no con palabras, sino con un plan de recuperación y un claro cronograma", pese a la división con la que había arrancado esta misma mañana debido a las diferencias entre el eje franco-alemán, que denunciaba la falta de compromisos concretos para incrementar la supervisión financiera, y las exigencias de Estados Unidos de aprobar nuevos planes de estímulo, frente a la reticencias de la mayoría de los países europeos.

El acuerdo se alcanzó tras duras negociaciones entre quienes daban prioridad a la regulación del sistema financiero internacional y los que abogaban por estímulos fiscales para impulsar la economía. El primer ministro británico aseguró que el G-20 lanza un mensaje claro de que, en esta era global, "son necesarias soluciones globales a los problemas globales". Brown dijo que "el consenso de Washington está superado" y que ha llegado "un nuevo consenso", en el que el comercio mundial debe convertirse "en un motor del crecimiento".

Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron una reforma del sistema financiero global, incluidos los hedge funds, el control de las agencias de calificación de riesgo y el establecimiento de un sistema internacional contable más claro.

"El secreto bancario es una cosa del pasado", subrayó Brown, quien añadió que es necesario "limpiar los bancos" para restablecer las líneas crediticias a empresas y ciudadanos, y que también habrá nuevas reglas sobre los bonos de los directivos bancarios. Entre las medidas concretas, el G-20 comprometió 1 billón de dólares (743.000 millones de euros al cambio actual) para los organismos financieros multilaterales con el objetivo de ayudar a los países con problemas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) triplicará sus recursos y recibirá 500.000 millones de dólares adicionales a los 250.000 millones ya comprometidos para este organismo, y habrá otros fondos para el Banco Mundial (BM)y el Foro de Estabilidad Financiera. Los líderes políticos del G-20, grupo que representa al 85% de la economía mundial y a dos tercios de la población del mundo, acordaron además medidas concretas contra el proteccionismo y decidieron establecer sanciones contra los paraísos fiscales.

No hubo acuerdo sobre nuevos estímulos fiscales para impulsar la economía, tras las distintas posiciones expresados por EEUU y los países de la Europa continental, especialmente Francia y Alemania. Este apartado se quedó en una referencia a "hacer todo lo que sea necesario" para recuperar las economías del planeta.