S&P 500 encara octubre con una clara desventaja. Sus posiciones actuales, tras marcar nuevos mínimos por doquier, a pesar del rebote claro de ayer, que dejaba en el índice su mejor día desde el 27 de julio. Y no solo en el año, también intradiarios, con los niveles más bajos desde 2020 el pasado viernes al cierre de un septiembre para olvidar. Solo en el último mes, el retroceso del indicador de referencia global en Wall Street fue, de nada menos que, del 9,3% su peor referencia porcentual en 20 años y el mes más negativo desde marzo de 2020, recordemos, en lo peor de la pandemia.
Ahora lo que se espera exactamente es más volatilidad e incertidumbre a la espera del próximo movimiento de la Fed al que se dirigen todas las miradas, con la expectativa de una nueva subida de tipos, ahora mismo según el consenso, de nuevo en 75 puntos básicos, mientras el mercado considera que la Reserva Federal seguirá subiendo en cuantía los tipos para controlar la rebelde inflación, aunque el resultado sea una recesión en toda regla.
En su gráfica vemos como el desempeño del S&P 500 marca caídas cercanas al 3% en la semana precedente, con un recorte mensual que supera el 8,6% para el indicador. En el trimestre, los recortes son del 6,3%, mientras que, en el año, el descenso es del 24,7%.
De momento el indicador tiene pocas cosas a favor. Ni tan siquiera cuenta con el favor de las firmas bursátiles. Desde Goldman Sachs ya colocan cerca de niveles actuales su expectativa para el S&P 500 para todo el actual ejercicio. Hablamos de niveles de 3.600 puntos corregidos a la baja desde su previsión anterior, lo 4.300 puntos para todo el ejercicio. Con lo que auguran que las cosas irán a peor.
Desde Credit Suisse, la expectativa para finales del presente 2022 con respecto al indicador, pasan por niveles de 3.850 puntos, con una caída del 10% frente a su objetivo anterior, en los 4.300 puntos. Para la entidad suiza el aumento de los tipos de interés y la desaceleración del crecimiento económico en la nueva temporada de resultados están en la base de todo.
Además, desde Citi, ayer mismo también reducía un 4% sus estimaciones anteriores mientras vislumbra un S&P que se colocará a final de año en torno a los 4.000 puntos desde los 4.200 anteriores. Pero recordemos que, en ambos casos estamos hablando de una mejora frente a los niveles actuales, por lo que se espera un repunte en este trimestre en el indicador.
Y desde Morgan Stanley, apuntan a una luz al final del túnel, aunque indicando que tendrá que empeorar todo para mejorar después: no ven un final del mercado bajista hasta que el S&P 500 se coloque entre los 3.000 y los 3.400 puntos. Desde ahí, señala el estratega de la firma Mike Wilson, mejorará. Y es que consideran que el mercado se pasó en sus estimaciones de ganancias, que ahora recortan. Ni que decir tiene que desde BlackRock, la mayor gestora del mundo, el consejo es que eviten la mayoría de sus acciones por el momento en EEUU.
Y todo ello con la espada de Damocles de la temporada de resultados que comenzará en unas semanas. Y es que, según los datos de FactSet se espera que las ganancias del tercer trimestre del año en el S&P sean las más bajas desde hace dos años, desde el periodo julio-septiembre de 2020.
Y es que el recorte que se ha producido en la estimación por parte de los analistas para los resultados del tercer trimestre ha sido vertiginoso. Hace solo tres meses esperaban un crecimiento del 3,2%. Ahora solo del 0,8% en sus beneficios, que podría ser, como decimos el peor en 24 meses.
Además, el número de empresas del indicador que han emitido una guía de beneficio por acción negativa para el tercer trimestre es menor en comparación a los últimos trimestres, pero eso sí, es superior a la registrada de media en 5 años. La inflación parece ser el componente más determinante para los resultados del 3T 2022 en las empresas norteamericanas.
Mientras en el mercado, solo fluyen dentro del S&P como si no hubiera un mañana dos petroleras. A pesar del recorte del precio del crudo en los últimos meses, tanto Occid.Petrol Cor como Marathon Oil siguen siendo las reinas del mercado. En especial la primera, con avances anuales del 112% y la segunda que superan el 55%. De las 500 empresas que conforman el índice, solo 15 superan ganancias anuales del 30%.