Pero, ¿cómo está realmente la economía estadounidense? A veces el pertinaz goteo de datos semanales parece dificultar la vista de la fotografía general. Pero lo cierto es que la salud de las finanzas norteamericanas parece moverse en el filo de un peligroso abismo, el que lo separa de una recuperación sólida y el que podría enfrentarlo a la entrada en el carril de los vehículos más lentos. Por eso es tan importante que la FED en su última reunión haya asegurado que mantendrá su política de estímulos. Al menos hasta septiembre. (Ver
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El FMI publicaba hace sólo unos días un artículo sobre la economía estadounidense. El primer párrafo afirmaba que “la recuperación estadounidense sigue siendo modesta, aunque está ganando ritmo gracias a un rebote del mercado de la vivienda, del las facilidades financieras y la mejora en la riqueza de los hogares, que se está beneficiando del aumento en el precio de las casas y de las acciones”.



Precisamente la subida de los precios de las casas y las acciones –en máximos históricos- es lo que ha permitido a las familias norteamericanas sobreponerse al famoso Sequester.

En cualquier caso, el FMI lo tiene claro, Estados Unidos aún está lejos de echar las campanas al vuelo y se explica por un hecho que todos repiten como un mantra “el paro sigue siendo demasiado elevado”.

Y es el paro, precisamente, uno de los componentes que la Reserva Federal va a tener en cuenta a la hora de retirar los estímulos de una economía que se ha hecho altamente dependiente del flujo continuo de dinero que ha estado inyectando la autoridad monetaria en las venas del sistema. Ellos mismos se han impuesto un umbral que les parece inamovible para comenzar a retirar el pie del acelerador, el 6,5% de la población activa. También es importante que la inflación a largo plazo no caiga por debajo del 2,5%.

El principal problema para todos es que, aunque están aumentando las contrataciones, la tasa de paro no es capaz de descender. De hecho, de marzo a junio se han creado menos empleos en la economía americana de los que se esperaban y el paro sólo ha caído hasta el 7,4%.
 
Pero no sólo el paro es importante, Ben Bernanke, que en las últimas semanas ha jugado a negar la mayor dejando resquicios por los que poder escaparse posteriormente si así le conviene, añadía hace unas semanas que la decisión que tomen tendrá que ver con las ventajas que esta política tenga la economía.

Hay que tener en cuenta el grado de liquidez que recorre las entrañas del sistema estadounidense. Una liquidez que en algún momento habrá que comenzar a drenar. Mientras algunos piensan que cuanto antes, mejor, los mercados esperan que el dinero siga fluyendo cuanto más tiempo mejor.

Tanto es así, que a finales de junio de 2013, según los datos de la propia autoridad monetaria, la FED había expandido su balance hasta dimensiones casi estratosféricas. Conforme con lo que indican en su web, desde inicios de la crisis financiera en agosto de 2007 su balance ascendía a 869 billones. En junio de este año supera de largo los 3 trillones.



La culpa de esta expansión las tienen los tres diferentes programas QE que ha puesto en marcha la institución que dirige Ben Bernanke y que ha supuesto el sostén de esta economía y que ha permitido que a la mínima recuperación el crédito fluya entre los hogares y empresas. ¿A qué precio? Eso será el próximo debate, aunque ahora no toca.

De hecho, los expertos de JP Morgan señalan que el crédito comenzó a recuperarse una vez que tocó fondo a principios de 2011.



Ese dinero ha servido también para que los inversores siguieran comprando activos en los mercados y es lo que ha llevado a los índices estadounidenses a máximos.  Además de provocar un aumento en la confianza de los consumidores.



Con todo, el FMI espera que la primera subida de tipos se produzca en 2014, aunque la reducción del programa de compra de activos -85.000 millones de dólares mensuales- podría comenzar en septiembre, según afirman la mayor parte de los expertos.



¿Qué podemos esperar en los mercados tras la retirada de estímulos y una subida de tipos?

Bolsa: Es difícil de saber, aunque por el momento lo que demuestran los inversores es pánico ante la retirada de estímulos. Si la economía acabara resintiéndose de una agenda con fechas mal elegidas, probablemente sufrirían los beneficios de las compañías y las expectativas de los inversores, lo que acabaría con caídas. sobre todo si se tiene en cuenta que, cada vez más, hay expertos que comienzan a destacar que la bolsa estadounidense cotiza con una prima de hasta el 20% con respecto a la europea. (Ver noticia)

Los expertos creen que la previsión de subida de tipos y retirada de estímulos podría llevar al alza a dólar frente al euro (Ver noticia)

La subida de tipos de interés seguirá repercutiendo en la rentabilidad de los bonos estadounidenses, según esperan los expertos