El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha señalado hoy que el Gobierno interpreta con "cautela" las señales que apuntan a que el deterioro de la economía está "tocando fondo", ya que es consciente de que, una vez superado ese punto, la siguiente fase "tampoco será fácil".

Zapatero ha hecho este análisis ante la asamblea anual del Instituto de Empresa Familiar, donde ha defendido la urgencia de impulsar ahora un nuevo modelo productivo y ha destacado la importancia de la futura ley de desarrollo sostenible, que incluirá medidas fiscales, presupuestarias y normativas para apoyar a los sectores innovadores.

Entre estos sectores, ha apuntado a las tecnologías de la comunicación, la biotecnología, la salud, la atención a la dependencia y la "economía verde", en la que ha englobado actividades vinculadas a la eficiencia y el ahorro energético, desde la rehabilitación de edificios hasta el reciclaje o las energías renovables.

Tras animar a las empresas a reorientar su actividad hacia sectores emergentes o a hacer los tradicionales más sostenibles, Zapatero ha rechazado que se pueda acusar al Gobierno de "dirigismo", porque su misión es liderar, "poner las luces largas" y determinar el rumbo del crecimiento futuro.

"Hay que hacerlo con urgencia, con determinación y con el mayor concurso político y social", ha insistido antes de comprometerse a llegar a un acuerdo sobre la ley de desarrollo sostenible en la mesa de diálogo social, para después debatir la norma en el Congreso con los grupos parlamentarios.

Entre los indicadores que apuntan a que el deterioro de la economía puede estar tocando fondo, ha recordado la mejora de los índices de confianza, los últimos datos de comercio mundial, el "menor deterioro" en las afiliaciones a la Seguridad Social y que los mercados financieros muestran "muy poco a poco cierta normalización".  Zapatero ha repasado las medidas puestas en marcha por el Gobierno desde el inicio de la crisis para "parar el golpe" y las iniciativas anunciadas en el debate sobre el estado de la nación.

Al hablar del déficit publico en el que se incurrirá este año y el siguiente, ha apuntado que parte será fruto de la caída de la actividad, pero ha asegurado que "una buena parte" se deberá a la reducción de impuestos emprendida por el Gobierno. La superación de la crisis requiere asumir temporalmente un nivel de déficit público "que no sería aceptable en otras épocas", pero el Gobierno mantiene su compromiso de volver a la senda del pacto de estabilidad en 2012, ha manifestado ante la asamblea, en la que se encontraba como invitado el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.

Al margen de las iniciativas adoptadas, ha dedicado el grueso de su discurso a exponer la necesidad "urgente y apremiante" de impulsar un modelo más productivo e innovador, una tarea en la que, a su juicio, "nos jugamos el bienestar de las próximas décadas".

Ha recordado así que, además de la futura ley de desarrollo sostenible, el ICO va a gestionar un "fondo de economía sostenible" de 20.000 millones de euros y que los presupuestos para el próximo año incluirán un nuevo fondo de inversión local de 5.000 millones para proyectos ambientales, de alto contenido tecnológico o centrados en la atención a la dependencia.

Ha defendido también en este contexto la decisión de limitar las deducciones por la compra de vivienda a las rentas más bajas -aunque no ha citado el umbral-, ya que la burbuja inmobiliaria es "en parte atribuible" a los fuertes incentivos fiscales existentes