La mayor gestora estadounidense y del mundo, Blackrock, ha declarado esta semana que reduce su sobreponderación de acciones y bonos a la ponderación que tienen en sus índices de referencia; y defiende la resiliencia de sus carteras a través de una volatilidad mínima y la búsqueda de la máxima calidad, apuesta por los bonos del Tesoro de EEUU y la liquidez.
Otra de las gigantes de la industria, Fidelity Investments ha reconocido esta semana que ha optado por una posición "defensiva" en deuda corporativa y prefiere los bonos de Estados Unidos a los europeos, ya que considera que la Reserva Federal es el único banco central de los países desarrollados con margen para recortar los tipos y sostener la economía. La firma ha ajustado los precios para los bonos corporativos en todo el mundo a la vista de la rapidez con que han cambiado las valoraciones en los mercados de bonos 'investment grade', 'high yield' y emergentes.
En Europa Fidelity mantiene un posicionamiento corto en duración, con un sesgo de elevación de la curva y ve probable que atraviese un periodo de "destrucción y/o diferimiento" de la demanda que "simplemente no puede superarse por medios monetarios porque el Banco Central Europeo tiene escaso margen de maniobra". De esta forma, la firma considera que los estímulos presupuestarios, si se materializan y son considerables, probablemente influyan en los bonos con vencimientos largos, lo que elevará las curvas de rendimientos en Europa.
En este sentido, para la renta fija europea aplican una estrategia de sobreponderación en países más 'seguros' como Alemania y Holanda, infraponderación en países 'semi-core' como Francia, Bélgica e Irlanda y un enfoque selectivo en la periferia, con preferencia por España y Portugal en detrimento de Italia.
Desde un punto de vista sectorial, apuestan por las empresas farmacéuticas, que se han comportado bien ante el desplome generalizado, aunque siguen estando expuestas al riesgo político. Asimismo, mantienen la infraponderación en bancos y aseguradoras, ya que los diferenciales del sector financiero pueden ampliarse si la volatilidad persiste.
Fidelity recomienda seguir atentos a las oportunidades que podrían surgir en los mercados primarios o secundarios, especialmente en consumo, industria y energía, donde la debilidad ha sido generalizada. Los mercados ya están descontando una elevada probabilidad de recesión e importantes medidas por parte de los bancos centrales; así, ya se descuentan casi 100 puntos básicos de recortes solo por parte de la Reserva Federal a mediados de año, según Fidelity.
De esta forma, la firma cree que la dirección que tomará el mercado a partir de ahora dependerá principalmente de si la sucesión de noticias negativas erosiona el sentimiento de los inversores y de la magnitud de la posible respuesta de los bancos centrales y los gobiernos.
La mayor gestora de fondos europea Allianz Global Investors llama, sobre todo, a la calma de los inversores ante la situación actual, sustituyendo el sentimiento de pánico por el de prevención. La gestora destaca la cada vez mayor posibilidad de que la economía mundial entre en fase de desaceleración en 2020, hasta el punto de que pueda desencadenarse una recesión, según el impacto final que tenga el coronavirus.
En cuanto a las posibilidades de inversión, desde Allianz destacan que las acciones de las compañías energéticas y los bonos ‘high yield’ podrían ver reducido su valor debido a la crisis del petróleo que se ha desencadenado al principio de la semana. A pesar de ello, esperan que las compañías más fuertes puedan prosperar.
Como recomendación final, la gestora destaca decidirse sobre inversiones en compañías de calidad, que acumulen poca deuda, con flujos de caja estables y una buena rentabilidad por dividendo.
Perspectiva largoplacista
Ritu Vohora, directora de inversión del equipo de renta variable de M&G, sostiene que es aún demasiado pronto para evaluar las posibles repercusiones del virus sobre la economía mundial, y será importante monitorizar tanto la propagación del patógeno como su tasa de mortalidad.
“Al igual que en cualquier episodio de ventas masivas repentinas, es importante que los inversores mantengan una perspectiva largoplacista. En muchos casos el episodio de ventas generalizadas en el mercado de renta variable sencillamente ha devuelto las valoraciones a sus niveles de hace unos meses, que posiblemente resulten más adecuados”, apunta Vohora.
“Los resultados empresariales publicados recientemente han sido alentadores, sin embargo, algunas empresas están reduciendo su previsión de beneficios para 2020, por lo que podríamos asistir a algunas sorpresas a corto plazo en forma de revisiones a la baja del crecimiento de los beneficios. Llegados a este punto, el repunte del crecimiento podría verse pospuesto, más que frustrado. No parece probable que asistamos a un periodo bajista prolongado en el mercado, pero resulta necesario prepararse para hacer frente a unos meses volátiles”, explica.
Según la gestora británica M&G podría tener sentido adoptar una actitud de espera y ver hasta qué punto la situación adquiere un cariz generalizado antes de tomar grandes decisiones, sin olvidar que algunas de las ventas indiscriminadas podrían brindar oportunidades específicas. En el peor de los casos -es decir, una pandemia mundial-, el crecimiento y los mercados se verían mucho más perjudicados de lo que prevén los inversores, recalcan.
“La diversificación entre sectores, regiones y clases de activos -incluidos los activos refugio como el dólar, el oro y los bonos del Tesoro estadounidense- resultará importante para ayudar a inmunizarse frente a la volatilidad y los temores acerca del crecimiento”, remarca.
La estabilización parece seguir pautas históricas
Yves Bonzon, director de inversiones del banco privado Julius Baer, las medidas políticas tomadas y la laxitud de los bancos centrales ayudará a estabilizar el precio de los activos a corto plazo. El experto aconseja concentrarse en los fundamentales y advierte que los próximos datos macro y micro estarán “distorsionados”
Al inversor, como al resto del mercado, le ha pillado por sorpresa el recorte de tipos que anunció la semana pasada la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Esta semana tiene la vista puesta en Europa, donde mañana se reúne el Banco Central Europeo (BCE) que dará a conocer sus medidas mañana durante la tradicional rueda de prensa. Pero mientras, ¿qué deben tener en cuenta los inversores?
En opinión de Bonzon, “los mercados han acumulado una importante prima de riesgo en el espacio de unos pocos días ante las incertidumbres que esta crisis está provocando. Si bien el fenómeno de una caída vertical desde un máximo histórico es una nueva paradoja para los mercados de valores, el proceso de estabilización parece seguir las pautas históricas”.
La agencia de rating alemana Scope destaca el riesgo de que algunos gobiernos europeos lleven a cabo medidas que puedan afectar al crecimiento económico, sobre todo en el largo plazo. Además, barajan la posibilidad de que se adopten medidas más estrictas de forma gradual si la situación no mejora. Por otro lado, desde Scope Ratings explican que la rentabilidad del sector bancario se verá afectada por las pérdidas por préstamos, ya que actualmente no es posible lograr una creación sostenida de valor para los accionistas.