La agencia de calificación auguró que el euro podría continuar su subida hasta 1,6 dólares en los próximos dos meses y eso podría conducir a nuevas alzas en el precio del petróleo. En un horizonte un poco más lejano, y teniendo en cuenta que los autores del estudio esperan que el BCE aumente dos veces sus tipos de interés este año -con un alza total de 50 puntos básicos- antes de estabilizarlos en 2009, el euro en cuatro meses llegará a valer 1,65 dólares antes de marcar una inflexión en el último trimestre del año.Esa inversión de tendencia, que se justificaría por la prevista subida de los tipos de interés de la Reserva Federal, conduciría a continuación a un euro a 1,50 dólares. S&P advirtió de que aunque la zona euro ofrece una protección a sus países ante la actual crisis financiera, esa protección sólo podrá ser temporal, y dijo que el ritmo de crecimiento va a diverger entre sus miembros en relación con la situación de cada cual, y en particular la de la balanza comercial y el nivel de endeudamiento de las familias.En ese sentido,
España, Grecia, Portugal e Irlanda son los que más razones tienen de estar preocupados en los próximos 18 meses, habida cuenta de que los tres primeros tuvieron en 2007 niveles de déficit de la balanza por cuenta corriente en torno al 10% del Producto Interior Bruto (PIB) o incluso superior. Los responsables del estudio indicaron que en los Estados en que los particulares están muy endeudados con créditos hipotecarios, la subida de tipos de interés y el incremento de la inflación reducirán la progresión del consumo fuertemente.Destacaron los casos de España, donde la progresión se limitará al 1,5% este año (después del 3,1% en 2007) y al 1,3% en 2009; y de Irlanda, con aumentos del 2% este ejercicio (tras el 5,4% en 2007) y del 1,8% en 2009. S&P es menos taxativo sobre la evolución en el Reino Unido ya que si por una parte también se ha visto afectado por la restricción del crédito y la corrección en el mercado de la vivienda, la resistencia del empleo y las últimas cifras sobre las ventas de detalle permiten suponer que la ralentización no se dejará sentir hasta finales de este año y 2009.