Lazcano precisó que este año se comenzarán a construir 200.000 inmuebles y que esto afectará al empleo en el sector a razón de 200.000 puestos de trabajo por cada 100.000 viviendas no construidas.A su juicio, la disminución del número de viviendas iniciadas supone un "salto muy brusco", ante el que conviene actuar "lo antes posible", ya que "de lo contrario el impacto sobre el empleo va a ser muy importante".Desde octubre de 2007 el paro se ha ido incrementando en España -a excepción de la tregua que la Semana Santa dio en marzo-principalmente por el aumento del desempleo en la construcción y en los servicios relacionados con el sector. En abril, el paro subió en 37.542 personas, de las que 16.647 eran de la construcción y 17.455 de los servicios relacionados principalmente con el sector inmobiliario. El presidente de la CNC señaló que el número de viviendas nuevas en venta varía entre las 600.000 y las 650.000, debido al exceso de producción en los últimos años.Este ajuste iba a ser "suave en el tiempo", pero se ha visto agravado por una "inesperada" crisis financiera, agregó. No obstante, Lazcano aseguró que además se ha producido una crisis de confianza que también ha afectado a la actividad económica general.Para el presidente de la patronal constructora, el desempleo tiene que ser reabsorbido por el propio subsector residencial "porque es el que mayor empleo produce" y también con medidas paralelas que impulsen la rehabilitación de viviendas, mediante la utilización al máximo del IVA reducido que permite la UEea.También hizo alusión a las medidas que ya ha tomado el Gobierno, como financiar a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) la construcción de viviendas de protección oficial y otras iniciativas en relación con la obra pública, aunque matizó que tanto en términos de empleo como de producción "representa la cuarta parte del sector de la construcción".Lazcano recordó que en España el peso de la construcción en el Producto Interior Bruto (PIB) ha fluctuado en los últimos años entre un 15 y un 18% de media, mientras que en la Unión Europea, oscila entre el 10 y el 12%.En su opinión, lo normal es que el sector se ajustase a la media europea, ya que "serían unas cifras normales para un país que va bien" y supondrían que la construcción seguiría siendo el primer o segundo motor de la economía.