La escasez de referencias tanto empresariales como macroeconómicas marca una sesión que se inicia a la baja, como un mero movimiento de corrección tras los repuntes de la última jornada. Los indicadores “reposan” sobre los niveles alcanzados y el compás de espera se impone. Lo hace a la espera de los resultados empresariales que se conocerán esta jornada al otro lado del Atlántico y de que mañana se publiquen en EE.UU una serie de datos macro de relevancia. Datos como la construcción de nuevas viviendas en enero, la tasa de inflación y la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal en la que decidió volver a bajar los tipos de interés en 50 puntos tras un recorte sorpresa anterior de 75 puntos.De momento y a la espera de todo esto, lo que tenemos son ventas generalizadas en la apertura. La compañía más perjudicada por las ventas es
Acciona, que cede un 1,3 por ciento al igual que el BBVA
, éste último después de que Bernstein ha recortado su precio objetivo de 18 hasta 15 euros. No es un buen día para el sector bancario, de manera que el Santander baja un 1,09 por ciento. Y lo hace por las malas noticias que llegan al sector y que este martes llevan el nombre de Credit Suisse. La entidad ha anunciado que prevé una depreciación de activos del primer trimestre de 2.850 millones de dólares por posiciones con activos de subyacente en el negocio de inversión en productos estructurados. Esto le supondrá un impacto en el resultado neto de 1.000 millones de dólares. Y tampoco hay que olvidar los resultados del banco británico Barclays, que ha anunciado un descenso del 1 por ciento en sus beneficios antes de impuestos de 2007, debido al impacto de la crisis crediticia mundial, aunque los 7.076 millones de libras ganados antes de impuestos superaron los 6.993 millones que esperaban los analistas. Esta cifra incluye una amortización de 1.800 millones de libras por la crisis crediticia que Barclays ya anunció en noviembre.