Poco margen de maniobra porque la inflación no remite. Es la opinión de la mayor parte de los expertos, que esperan conocer el mensaje del presidente del BCE Jean Claude Trichet para ver si da alguna pista sobre el sesgo que seguirá la entidad en el año. La opinión es unánime: el BCE debería preparar el terreno para una posible rebaja de tipos siempre que se modere la inflación y se potencie el crecimiento de las economías. Por el momento, la tasa de inflación de la zona del euro subió en julio una décima hasta el 4,1%, respecto a junio, una cifra récord desde la introducción de la moneda única.
Referencias económicasEl fuerte aumento de la inflación hacía casi impensable que el BCE fuera a recortar el precio del dinero para apoyar el débil crecimiento económico. Las ventas del comercio minorista
retrocedieron en junio un 0,6% en la zona del euro, respecto al mes anterior, según los datos difundidos por Eurostat, la oficina estadística comunitaria. En comparación con junio de 2007, las ventas cayeron el 3,1% en los países que comparten la moneda única.El crecimiento económico del área euro se frena actualmente por los elevados precios de la energía y de los costes de financiación, así como la debilidad del mercado inmobiliario en algunos países, considera Commerzbank.El banco europeo subió el precio del dinero para la zona del euro a comienzos de julio en 25 puntos básicos, hasta el 4,25%, tras haberlo mantenido invariable durante un año por la crisis financiera generada por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses ("subprime"), que es esencialmente una crisis de liquidez, según los expertos del banco Unicredito. El BCE había subido las tasas por última vez en junio de 2007 y después interrumpió el ciclo alcista por el estallido en agosto del año pasado de las convulsiones en los mercados financieros y las tensiones en el mercado de dinero del euro. Tensiones que se mantienen un año después como muestra el elevado nivel al que se prestan dinero los bancos comerciales en el mercado interbancario.Tan sólo hace dos días que su homóloga estadounidense, la Reserva Federal, mantuviera los tipos de interés en el 2%. La Fed comenzó a relajar su política monetaria en septiembre del año pasado, cuando los tipos de interés estaban en el 5,25%, y los bajó hasta el 2%, nivel a que se encuentran desde el pasado abril.