Ya está aquí el inicio de la temporada de resultados empresariales del cuarto trimestre de 2009. Banesto será el primero en dar a conocer unas cifras, obtenidas en su totalidad en España, que se esperan con gran expectación puesto que detrás de ellas se esconde el estado actual de la banca mediana, a la que muchos predicen un año horribilis.

Interés y duda los que recaen sobre este periodo de resultados, que durante el año pasado ya fueron una prueba de fuego para comprobar si la recuperación de las empresas españolas era una realidad. A agua pasada ha quedado patente que en los tres primeros trimestres los síntomas de mejoría fueron consecuencia de una política de recortes de gastos, especialmente de empleos, y no del restablecimiento de sus actividades. Ahora, también con Estados Unidos sumido en el análisis de las cifras que presenten sus compañías –Alcoa fue la encargada de dar el pistoletazo de salida al otro lado del charco con unos resultados negativos- la incertidumbre sigue siendo la misma. ¿Serán los buenos resultados reales o sólo un espejismo provocado por las reducciones de costes?

Si en algo coinciden los analistas es que el desierto árido ya se ha recorrido, pero el camino hasta las verdes praderas es largo y , de momento, la economía española se tendrá que conformar con saciar su sed en unos cuantos oasis. Espacios que a duras penas disfrutará la banca mediana nacional, según apuntan los expertos, que ve en el estrecho vínculo que guardan estos bancos con el sector inmobiliario un claro peligro.

En el caso de Banesto había previsiones encontradas, mientras Alejandro Varela, analista de Renta 4, apostaba porque el beneficio del 2009 podría caer hasta el entorno de los 590 millones de euros, es decir, una caída del 24% con respecto al año anterior. Además, vaticina que “la morosidad aumentará”. La cara amable la ponía Pablo García, director de renta variable de Oddoesperaba “cuentas positivas que confirmarán la mejora de los mercados”. Por su parte, desde Inverseguros afirmaban no esperar grandes sorpresas en los resultados y afirmaban que dentro de la banca mediana nacional, “seguimos viendo a Banesto como una entidad de carácter conservador y prudente en el control de riesgos, además de con una buena calidad de balance”. En cualquier caso, era la corriente general dentro de los analistas una caída en su beneficio neto del 26%, hasta aproximadamente los 577 millones de euros, con una tasa de morosidad que podría alcanzar el 3,58% y unas provisiones y dotaciones disparadas hasta un 35%. Estas últimas responderán, un trimestre más, a la provisión de activos inmobiliarios con riesgos elevados.

¿Le pesará el ladrillo?

En octubre, José García Cantera, consejero delegado de la entidad, aseguró que Banesto estaba liberando entre 80 y 100 millones por trimestre. Y ofreció del banco que dirige, uno de los bancos españoles con más exposición al sector inmobiliario, una visión razonablemente positiva (aseguró que la entidad vente unas 100 viviendas al mes, lo que le suponía unos 200 millones de euros en los nueve primeros meses del año), que habrá que esperar si se confirma con los resultados de hoy.

¿Cumplirá objetivos?

Jornada también para comprobar si los objetivos propuestos para el 2009 se han cumplido. ¿Habrá conseguido captar 300.000 nuevos clientes particulares y 15.00 clientes de pymes y empresas? Hasta septiembre contaba con 290.000 incorporaciones nuevas, pero sin especificar de qué ámbito. ¿Estará su ratio de eficiencia por debajo del 39%? Fue del 39.3% hasta el noveno mes de 2009.

Sea como fuere, la hora de la verdad ya está aquí.