
Nunca antes en la historia de Wall Street las empresas habían impulsado tanto como ahora las recompras de acciones. Las empresas estadounidenses han anunciado recompras de acciones por valor de 983.600 millones de dólares en lo que va de año, el mejor comienzo de año de la historia (registros desde 1982), según datos de Birinyi Associates que recoge The Wall Street Journal.
Se proyecta que comprarán más de 1,1 billones de dólares en total en 2025, lo que marcaría un nuevo máximo histórico. El máximo actual se sitúa en 942.500 millones de dólares, y es tan reciente como de 2024.

“Las cosas están mejor de lo que todo el mundo cree”, asegura Jeffrey Yale Rubin, presidente de Birinyi Associates. “Las empresas están repletas de efectivo. Ya gozaban de buena salud incluso antes de que mejoraran los beneficios”.
El sólido crecimiento de las ganancias y los recortes de impuestos han ayudado a llenar las arcas corporativas, a la vez que han impulsado a las acciones a recuperarse de su desplome de abril por los aranceles, devolviendo al S&P 500 y al tecnológico Nasdaq a marcar máximos históricos. Otro factor que puede explicar este acelerón es la incertidumbre en torno a la política arancelaria estadounidense, que ha paralizado los planes de inversión de muchas empresas, dirigiendo buena parte del efectivo disponible hacia las recompras.
Solo en abril, justo cuando empezaron los líos sobre los aranceles, las empresas estadounidenses anunciaron recompras de acciones por valor de 233.800 millones de dólares, la segunda cifra mensual más alta registrada, según Birinyi Associates.
Tanto las empresas como los inversores suelen aplaudir las recompras porque esta práctica reduce la cantidad de acciones disponibles para negociar, lo que incrementa las ganancias por acción y, a menudo, impulsa los precios de las acciones.
Sin embargo, la práctica genera controversia en algunos sectores, ya que los escépticos argumentan que las recompras sirven para apuntalar el mercado en un momento en que las valoraciones ya son elevadas. Algunos analistas temen que la preferencia por las recompras sobre compromisos a largo plazo, como invertir en fábricas u ofrecer dividendos, sugiera que la guerra comercial del presidente Trump podría lastrar el crecimiento con el tiempo.
Los escépticos también afirman que las empresas tienden a recomprar acciones cuando suben en lugar de cuando están relativamente baratas, lo que convierte las recompras en un uso ineficiente del efectivo adicional.
Apple, el gran recomprador de Wall Street
Los mayores recompradores incluyen a los gigantes tecnológicos como Alphabet, así como a grandes bancos como JPMorgan Chase, Bank of America y Morgan Stanley.
No obstante, si hay un nombre propio a destacar ese es el de Apple. El fabricante del iPhone tiene pensado recomprar este año nada menos que 100.000 millones de dólares en acciones propias. pero es que, en los últimos diez años, Apple ha realizado recompras de acciones por valor de 704.000 millones de dólares, según cálculos de Charlie Bilello, estratega jefe de mercado de Creative Planning.
Esta cifra es superior a la capitalización bursátil de 488 de las empresas del S&P 500. Por poner unos ejemplos, el valor en Bolsa de compañías como la farmacéutica Eli Lilly & Co, el gigante del streaming Netflix o las compañías de tarjetas de crédito Visa y Mastercard es inferior a estos 704.000 millones.
Los datos muestran que, tras años de recompras, el número actual de acciones en circulación de Apple es de aproximadamente 14.840 millones.

