Hasta ahora la decisión del hombre más rico del mundo, Elon Musk de comprar Twitter por 44.000 millones de dólares era la noticia más comentada en Wall Street, primero por la forma de hacerlo y después por las razones que arguye, devolverle la total y absoluta libertad de expresión perdida según sus palabras. Pero igual que muchos aplauden la decisión, otros consideran que acabar con lo que ha costado construir el muro a los haters, las fake news y el acoso se irá todo por la borda.
Aunque hay un factor a tener en cuenta y que todavía tampoco hemos valorado por el discurso sobre las implicaciones sociales de Twitter. Y es que hablamos de un negocio puro y duro, que, con los controles de su cotización bursátil, ha servido para que una compañía que está en todas partes no monetice sus ingresos y sea claramente deficitaria. Algo que, sin el control de la SEC que tanto le enfrenta a Elon Musk y con el genio para mejorar las cosas que ha demostrado el multimillonario, puede ser una realidad.
Pero lo que ahora mismo nos ocupa es el efecto Twitter sobre Tesla que ya tiene una primera cantidad: los 135.000 millones de dólares perdidos desde el pasado lunes para el valor en la que se juntó además, el reverso tenebroso de un mercado que ve como la clara desaceleración económica es más que una posibilidad en la primera economía del mundo con las esperadas y escasas cifras de crecimiento negativo del 1,4% en el primer trimestre.
Por si esto fuera poco hoy mismo hemos sabido que él vendió 4000 millones en acciones de Tesla, con lo que contribuyó decididamente a esa caída. La venta se produjo entre el martes y el miércoles, como ha informado la SEC, el regulador estadounidense. Tras la venta, Elon Musk tuiteó en Twitter que no vendería más acciones de la compañía tras las realizadas.
Caídas que devuelven claramente en negativo a Tesla en el mercado con recortes del 13% en las últimas cinco sesiones cotizadas, del 18,6% en el mes y de un 5,8% de avance en el trimestre. En lo que va de año el valor vuelve a las fuertes pérdidas que ya rozan el 17%.
A los inversores les preocupa el acuerdo de compra de Twitter y lo reflejan en las ventas de Tesla, una ya de las tres compañías que estarán a cargo de Elon Musk. Y el efecto que puede suponer con esos 25.500 millones de deuda ya de la compañía, los 21.000 millones en capital y los 12.500 millones en préstamos contra las acciones de la compañía de coches eléctricos, no lo olvidemos.
Y es que, a pesar de amplia fortuna de la que hace gala el hombre más rico del mundo, buena parte de ella proviene de su participación en Tesla, por lo que es más que probable que parte de su participación sea el garante de la operación de Twitter. Y de las implicaciones de China en la red social, muy pero que muy ligada a las operaciones, con fábrica incluida, de Tesla.
Factores todos ellos que no deben caer en saco roto en el ánimo de los inversores de Tesla, tras los resultados de la compañía, que no se han leído tan francamente bien en el mercado como se esperaban. Tras los avances del 3% le han seguido recortes significativos, hasta consolidar los del 18% seguidos de un rebote para el valor el pasado martes.
Sus ingresos superaron las expectativas de los expertos con ganancias por acción de 3,22 dólares e ingresos que superaron los 18.760 millones de dólares y espera un crecimiento anual del 50% durante varios ejercicios, aunque eso sí poniendo sobre la mesa los problemas de la cadena de suministro que permanecerán durante todo el ejercicio. También Musk llamó la atención sobre el efecto inflación, que es peor de lo que se esperaba y que también se mantendrá a lo largo de 2022.
En cuanto a recomendaciones desde Tipranks de los 27 analistas que siguen el valor, 14 optan por comprar, 8 por mantener y 5 por vender. En cuanto al precio objetivo alcanza los 980 dólares por acción, con potencial que roza el 17%.
Desde Oppenheimer su analista Colin Rusch eleva el precio objetivo de sus acciones hasta los 1.103 dólares por acción con recomendación de sobreponderar el valor en el mercado. Considera buenos sus resultados que han batido estimaciones salvo por los problemas de la cadena de suministros y las presiones inflacionistas. Y estima que Tesla está acelerando la monetización de su ventaja de datos con su oferta de seguros, lo que será un punto a su favor crucial y duradero en el futuro.