China se convierte en el centro de todo en estos días: desde su esperada posición mediadora en el conflicto con Rusia venida a menos por la posibilidad apuntada por EEUU de que el país está disputa a suministrarle material militar. También por el repunte como no se había visto de la pandemia desde el comienzo del coronavirus en el país, que ha obligado a cerrar ciudades tecnológicas como Shenzhen con las implicaciones que ello tiene.
Y también el incremento del riesgo de sus pretensiones sobre Taiwan una vez que se ha abierto en canal la vena nacionalista de China respecto de Ucrania. Ese movimiento, puede impactar directamente en la cotización de Nvidia. Así lo cree Citigroup que vislumbra un sentimiento que considera de carácter claramente bajista sobre la compañía por esa amenaza. Y es que los inversores ponen sobre la mesa la posibilidad de un ataque contra la isla, lo que repercutiría directamente en la empresa de chips.
De hecho, NVIDIA tiene un acuerdo con la compañía Taiwan Semiconductor Manufactoring Company que le suministra la mita de los semiconductores que vende. No se trata de una certeza ni mucho menos, pero el riesgo está sobre la mesa del tablero geopolítico, lo que es un factor en contra de Nvidia muy castigada en el mercado desde que comenzara el ejercicio.
Así en su gráfica de cotización vemos que Nvidia, vemos que el gran rebote del pasado martes ha propiciado que en las últimas 5 sesiones el valor haya recuperado un 6,8%, con un mes en negativo que supera el 13,3%, caídas trimestrales que alcanzan el 19% y pérdidas anuales del 21.9% para Nvidia.
Además, desde Citi, su analista Christopher Danely destaca que hay una sensación en el mercado de que se está fraguando, ante el contexto de guerra una futura recesión, con inflación desmesurada, la caída del crecimiento generalizado, y en especial de la economía china, y las derivas económicas de la guerra que son claramente negativas para el valor, con la posible disminución de la demanda global de chips, tras dos años de ensueño en el sector.
Pero también hay otro escenario que se puede plantear favorable para sus intereses y que deriva directamente de la guerra: la escasez de gas neon, ya que entre un 45 y 54% provienen de dos empresas ucranianas, como señala Reuters, con consumo mundial para la producción de chips de 540 millones de toneladas métricas el último año. Eso podría estrechar más la cadena de suministros y beneficiar a Nvidia, con producción afectada si el conflicto se prolonga.
En cuanto a recomendaciones desde TipRanks, de los 21 analistas que siguen el valor 17 optan por comprar y 4 por mantener, con un precio objetivo medio de 352,65 dólares, lo que le otorga a las acciones de Nvidia un potencial en el mercado que alcanza el 53,51%.
Mientras quien ha restablecido cobertura sobre Nvidia es Goldman Sachs. Su analista Toshiya Hari aconseja neutral sobre el valor con precio objetivo de 245 dólares por acción que le da un margen aproximado del 15% al valor en el futuro. Consideran que Nvidia seguirá siendo el líder en el mercado de la computación acelerada y considera positivo para el valor la proliferación de la inteligencia artificial para el aumento de sus ganancias y que su múltiplo de valoración supere la media de su industria a medio plazo.
Aunque el mejor consejo de compra llega de Norges Bank, que a cierre de 2021 incrementó hasta en un triple su presencia en Nvidia con 15,4 millones de acciones adicionales, de los 21,3 millones de acciones que ahora ya posee. Todo ello en detrimento de Apple del que vendió 26,8 millones de títulos, aunque todavía posee 142,1 millones de acciones de la compañía de la manzana.
Desde los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión vemos que Nvidia alcanza una puntuación total de 6 puntos desde los 7 anteriores. En modo consolidación registra tendencia alcista a largo plazo, pero bajista a medio plazo, con momento total negativo, rápido y lento. El volumen de negocio es creciente tanto a medio como a largo plazo y la volatilidad del valor, medida en su rango de amplitud, se muestra decreciente a medio y largo plazo.