La Shell plc, anteriormente Royal Dutch Shell, es una empresa británica de hidrocarburos, originaria de Países Bajos, que tiene intereses en los sectores petrolífero y del gas natural, así como del refinado de gasolinas.
Es una de las mayores multinacionales del mundo, y una de las cuatro más grandes del sector petrolífero junto con BP, ExxonMobil y Total.
Shell contaba con una estructura de acciones dual desde la unificación en 2005 de Koninklijke Nederlandsche Petroleum Maatschappij y The Shell Transport & Trading Company bajo una sola compañía matriz, aunque no se preveía que dicha estructura tuviera un carácter permanente. Asimismo, desde 2005 la compañía mantenía la constitución de su domicilio social en Reino Unido, mientras que su residencia a efectos fiscales se encontraba en Países Bajos.
En noviembre de 2021 Shell acababa con su estructura dual y fijaba su domicilio fiscal en Reino Unido
La temporada de resultados va llegando a su fin, momento para hacer balance de situación. La situación macroeconómica de contracción e inflación elevada y prolongada en el tiempo no ha impedido que se hayan visto récord de beneficios en algunas de las compañías que más ponderan en los índices de Wall Street y en las bolsas europeas.
El petróleo se mueve de forma lateral desde el comienzo de julio. El oro negro se mueve cerca de los 100 dólares por barril tras acumular subidas del 30% en el caso del Brent y un 28% en el caso del West Texas estadounidense en lo que va de año. Los analistas barajan que este frenazo en la espiral de subidas se deba a la desaceleración económica que confirman ya todos los organismos internacionales y que se pudo constatar este jueves tras el dato de crecimiento en el segundo trimestre de la economía de Estados Unidos.
La tendencia por el cuidado del medio ambiente en los últimos años fue desterrando a las acciones energéticas americanas, pero en el entorno económico y geopolítico actual las ha vuelto a poner en el radar de los inversores.
El sector energético es vital y estratégico como demuestra la guerra entre Ucrania y Rusia. Pero más allá del ruido del momento actual, la transición energética es una megatendencia y un catalizador de crecimiento y transformación de las compañías de primera magnitud que tiene su horizonte en 2050 con el objetivo de que se alcancen las cero emisiones de dióxido de carbono en Europa, Estados Unidos, Japón, Canadá o Australia y en 2060 en China.
Shell ha anunciado que amortizará entre 4.000 y 5.000 millones de dólares del valor de sus activos después de retirarse de Rusia por la invasión de Ucrania el pasado mes de febrero. El importe, que se amplía respecto a la primera estimación, es algo más del 2% de su capitalización bursátil.
El conflicto entre Ucrania y Rusia genera oportunidades en varios sectores. Entre ellos, las compañías de defensa, las petroleras, las renovables o las de consumo básico. El crudo cotiza por encima de los 100 dólares y muchos analistas prevén que alcance sus máximos históricos logrados en 2008 en los 140 dólares para el Brent y en los 117 dólares para el West Texas Intermediate.
La junta directiva de la petrolera anglo-holandesa Shell ha comunicado su intención de salir de las empresas conjuntas en las que participa junto a Gazprom, así como de poner fin a su participación en el proyecto del oleoducto Nord Stream 2.