“De lo que no cuesta, llena la cesta” es un refrán clásico que los inversores adaptan a los mercados financieros comprando un valor cuando está por los suelos, como estos días Abengoa. “Es que está tan barato que no puedo perder dinero aunque tarde en subir” dice mi amigo Antonio muy juiciosamente.
“El mercado de valores ha predicho nueve de las últimas cinco recesiones” decía hace años Paul Samuelson, economista americano y Premio Nobel, para indicar que los mercados no siempre anticipan los ciclos económicos. De hecho, terminaba la reflexión diciendo: “Y sus errores fueron bellezas” porque en lugar de recesión hubo relevantes expansiones económicas
“Echar por el atajo no siempre ahorra trabajo" es un refrán que mi amigo Pedro cita habitualmente para hacer ver a su equipo que las cosas deben estar bien hechas aunque lleve más tiempo del deseado.
Los rumores e incidentes que desde ayer están ocurriendo en Alemania y Francia en relación con el terrorismo yihadista no hacen mella en los mercados, cuya volatilidad se mantiene por debajo de los 20 puntos, nivel que tradicionalmente era de altísima volatilidad pero que ahora es ya la costumbre.
Ni los atentados de París ni la situación de la economía china o la recesión en Japón ni la inminencia de la subida de tipos en EEUU desvían a los inversores de un mercado fundamentalmente alcista que busca recuperar los máximos de hace unas semanas antes de que acabe el año.
“No pase noviembre sin que el labrador siembre” dicen en el campo. A pesar de las oscilaciones de los mercados, noviembre suele ser un mes provechoso para los que toman posiciones a corto plazo en los mercados, con un rentabilidad media en el mes de un 4,0% en el periodo 1928-2015 en 51 años y una caída de un 4,1% en 36 años. Y en los últimos doce años, solo dos no han arrojado resultados positivos en el mes. Aprovechémoslo, con cabeza.
“Dejemos las conclusiones para los idiotas” decía Pío Baroja. Todos los días tenemos que sacar conclusiones de lo que ocurre en los mercados y es frecuente esa sensación de idiotez cuando uno sabe que de dos hilos cortos y finos no sale una soga por mucho empeño que haya.
“Bella cosa far niente” (Bella cosa no hacer nada) es un refrán italiano que me repite mi amigo Paolo mirando los mercados recostado en su silla mientras espera la ocasión para operar.
“En buen tiempo no faltan pilotos” dice el refrán marinero, pero luego aparecen las nubes, se levanta el viento y se demuestra quien es buen piloto y quien no.
“El que tiene la plata pone la música” dice un refrán antiguo. Hoy el de la plata es Draghi y todos esperamos para ponernos a bailar con el son que decida. Los futuros de los mercados bursátiles parecen optimistas, el petróleo sube desde sus mínimos de anoche y las divisas están muy tranquilas por ahora,