El otro día les hablábamos de que el oro es el único activo que le iba a permitir “salvar” la distorsión de los precios de los activos provocada por las medidas de los bancos centrales. Los grandes millonarios como Soros, Kerr Neilson o James Simons ya lo vieron hace tiempo y tomaron posiciones en la minea Barrick gold, cuyo precio se ha doblado en sólo un año. Claro que, ya han vendido.


Los millonarios no siempre aciertan. Sin embargo, merece la pena seguir los movimientos que realizan en los mercados y analizarlos para ver si tienen sentido. Esta vez, el activo elegido es el oro que durante los últimos cinco años cayendo hasta que, este mismo año, ha subido cerca de un 25% en los seis primeros meses del años, lo que supone su mejor rally en el primer semestre en décadas.  Esta revalorización hizo que las acciones de Barrick Goldks subiera en torno a un 169% en la primera mitad del año.


Evolución del oro. Fuente: Infobolsa


Y es que el rally del precio del oro ha dado un importante margen de beneficio a las mineras. En el caso de Barrick Golds, no sólo se beneficia del incremento del precio del oro, sino que ha recortado los costes de sus ventas un 14%, lo que ha permitido a la compañía presentar su beneficio neto más alto desde 2013 y generar 274 millones de dólares en flujo de caja libre en el trimestre, el quinto mes consecutivo con flujo de caja positivo.

Con esto además reduce la deuda, hasta los 968 millones de dólares, según la estimación de beneficios. Esta mejora en los fundamentales ha permitido desarrollar el rally de la acción, reconoce la publicación Motley Fool. 

Sin embargo, no es la única.  Hay historias de mineras como Newmont Mining, cuyo  crecimiento de beneficio neto ajustado fue del 76,3% en el segundo trimestre del año pasado hasta los 231 millones de dólares mientras que el free cash flow subió un 308,4%, hasta los 486 millones . La minera espera que los costes mejoren respecto al año pasado.



Ambas compañías tienen algo en común: esperan sacar provecho de la combinación de los altos precios del oro y la reducción de costes. Esto, a menos que el fin del rally del oro esté cerca, que es lo que piensan millonarios como George Soros, que ha recortado su participación en Barrick Gold un 94% en medio del rally dela acción del segundo  trimestre.  Este “timing” prueba que el magnate estaba en lo cierto pues, desde entonces, el precio se ha reducido un 17% por la caída del precio el crudo.

Dicen los expertos que la razón por la que el oro está perdiendo parte de su brillo está en las señales de la FED para subir tipos de interés. Esto son malas noticias para el oro porque la subida de tipos incrementa las rentabilidades, lo que hace que el oro tenga un aspecto menos atractivo. Y además, el aumento de las tasas tienden a impulsar la demanda del dólar, lo que perjudica al precio del oro, denominado en dólares.

Por último, el aumento de los tipos están destinados a acabar con la inflación, uno de los principales impulsores de los precios del oro. Con lo que si la FED mueve ficha, el oro podría volver a niveles inferiores. ¿Y si no? Por el momento, los grandes billonarios prefieren tener el dinero en el bolsillo.

Claro que hay otro frente abierto que permite apostar por las subidas del oro. Si Donald  Trump llega a la presidencia de Estados Unidos. Las políticas proteccionistas de Trump, con trabas al comercio, podrían desembocar en una contracción de la economía estadounidense, según explica ABN Amro que habla de una revalorización de más del 40% en caso de que Trump sea el más votado, lo que le llevaría a los 1.850 dólares por onza. Algo que ocurriría, pero de forma más liviana, si llega Clinton. La entidad holandesa habla de una revalorización de más del 25% si este es el caso. Pero para eso, de momento, habrá que esperar. 

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