Wall Street comenzó en enero con una corrección, tras un fuerte rally en 2013, que ha conseguido voltear en febrero, sobre todo, después del discurso de Janet Yellen en la cámara de representantes en la que aseguró “mantener gradualmente la retirada de estímulos a la economía”. ¿Eso podría insuflar una revalorización en el mercado norteamericano o, por el contrario, se podrían visualizar nuevas caídas como las del pasado mes?

Nosotros creemos que lo que ha hecho Yellen en este caso es ponerle un poco de luz ante las muchas incógnitas que dejó Bernanke cuando dejó de presidir la FED. Había muchas apuestas sobre si esta mujer era un halcón con piel de paloma o si de verdad era una paloma. Al final el discurso ha sido muy parecido al de su predecesor e incluso puedo decir que está más a favor de mantener los estímulos fiscales.

También es verdad que ha hablado de temas más a largo plazo, lo cual ha dado más tranquilidad. Ha recalcado que está preocupada con todos los parados que hay en Estados Unidos y hasta que no empiecen a corregirse esos datos un poco más cualitativos no vemos una retirada de estímulos. Es más, ella se ha mostrado contraria en este aspecto. Eso ha provocado que el mercado reaccione de manera positiva.

Hablando del relevo en la presidencia de la máxima institución monetaria en Estados Unidos, después de que Bernanke anunciara el mayo pasado que la economía estaba preparada para la retirada de estímulos, cada reunión de la FED se vivía como un drama por los mercados. Algo parecido hemos visto en esta primera reunión con Yellen al frente de la autoridad monetaria. ¿Tienen que prepararse los inversores para que siga sucediendo esto con cada reunión o la comparecencia de Yellen los ha tranquilizado?

La próxima reunión de la FED no viene hasta mediados de marzo, con lo cual hasta esas fechas los mercados pueden comportarse de una forma tranquila. Es verdad que cualquier pronunciamiento de la Reserva Federal o del Banco Central Europeo trae una serie de interrogantes que inmediatamente son contestadas. En su mayoría llegan casi ya descontadas porque se dejan caer antes sobre los mercados. Pero esto no está exento de que se pueda producir alguna sorpresa y que se pueda interpretar de manera diferente, como algo pesimista, una noticia perfectamente normal como pasó con Bernanke en el mes de junio. Creemos que Janet Yellen va a ser capaz de transmitir tranquilidad a los mercados.

La anterior cuestión viene a colación de que muchos analistas consideran que si el entorno macroeconómico estadounidense cambia y mejoran las condiciones del mercado laboral, inmobiliario y de consumo, podría acelerarse la reducción de compras de la FED en más de10.000 millones de dólares. ¿Cómo vivirían los mercados una aceleración de la retirada de estímulos?

La clave es lo que ha comentado, la posible aceleración en la retirada de estímulos. Lo que está muy claro es que todo el mundo considera que el tapering va a ser progresivo. Hay muchas variables como me ha comentado, como una bajada en los niveles de desempleo, que se active el mercado inmobiliario o se incremente mucho el consumo. Ahora mismo acabamos de ver como el IMF manufacturero ha bajado de 56,5 a 51,3. Es una noticia no buena. Luego lo que vemos es que Yellen se está ocupando no sólo de que bajemos del 7% al 6,5% en nivel de paro, sino que el empleo sea de calidad. Por otro lado, se está viendo que parte de la colocación tiene que ver con la retirada del “baby boom” americano. Y el inmobiliario que todo el mundo apuesta por él no termina de arrancar. Entonces no consideramos que haya un despegue brutal en la economía norteamericana, aunque somos positivos con un crecimiento del 2,9%. Con ese crecimiento no vemos una enorme retirada de estímulos, ni subida de tipos.

El siguiente debate que Yellen tendrá encima de la mesa será la de la subida de los tipos de interés. Si la inflación consigue repuntar y se constata una mejora del mercado laboral, ¿podríamos asistir a una subida anticipada de los tipos?

Si se diese ese caso, sí. Ahora, el tanto por ciento que damos de probabilidades a ese caso es del 10%. Esas son las posibilidades que le damos a que se pueda disparar la inflación. Lo que nosotros prevemos es que no haya subida de tipos hasta el año 2015.

¿Creen que estarían los mercados preparados para una subida de tipos?

Nosotros consideramos que la inflación debería estar por encima del 2%. Los mercados nunca están preparados para la retirada de estímulos porque nos hemos acostumbrado al dinero fácil e inyectar dinero en los mercados. Eso es de manera inmediata, porque cuando se empiezan a colocar las cosas en contexto realmente acaba dando resultados a la bolsa los resultados empresariales.

Ante este escenario que estamos observando, ¿cuáles son los valores en los que deberíamos fijarnos en los próximos meses en la bolsa estadounidense?

Para nosotros es importante ver el contexto. El mercado norteamericano ha crecido el 32%. Es verdad que ese crecimiento ha venido por el efecto multiplicador en el precio de las acciones. No ha venido ni por beneficios ni por los dividendos. Ha sido multiplicador de flujo de dinero que salía de emergentes para meterse en desarrollados y eso ha hecho que todo tipo de empresas suban en el mercado. Es cierto que las que ya venían ganando dinero tenían unos precios o PER más altos que las que no venían ganando dinero. Por eso esas compañías con menos calidad han subido más rápidamente y se han igualado los precios de los dos tipos de empresas.

Ante ese escenario pensamos que el dinero va a ir a esas empresas que van a generar dinero. Pensamos en el sector farmacéutico y como siempre somos positivos con el consumo no discrecional. Tenemos dos compañías muy parecidas, una puede ser Nestlé y otra Craff. Ahora están los dos al mismo precio. Probablemente los inversores se vayan a Nestlé y no se invierta tanto en Craft.

Los emergentes han iniciado el año dando un buen susto a los inversores, aunque parece que la situación ahora se ha calmado un poco. ¿Cree que deberíamos prepararnos para un nuevo brote de problemas en Argentina, Brasil o Turquía, por ejemplo?

Nosotros somos unos completos convencidos de la idea de invertir a través de los emergentes. Creemos que son países que van a tirar del carro durante todos estos años y que representan el 60% de la población del mundo. Tienen la población más joven con lo cual tienen más capacidad de trabajar, de producir y de consumir.

No todos los países son iguales. Turquía ha sido un país que ha interesado mucho a los inversores en los últimos años ahora mismo lo está pasando mal. Esto ha hecho al final que los inversores extranjeros no entren tanto a pesar de la última subida de tipos. México es un país en el que somos positivos, pero en Argentina nunca hemos mantenido en posiciones. Estamos más en zona asiática.

Sin embargo, ¿opina usted también que hay países emergentes como México que van a beneficiarse del programa de reformas que puso en marcha el pasado año su presidente Enrique Peña Nieto?

Sí, estamos convencidos de que fue un programa reformista que va a ayudar al crecimiento de México. Han hecho lo que otros países han tardado más en hacer. Incluso reformas que ahora la gente está tratando de acelerar dado el proceso de tapering por parte de Estados Unidos, pudiendo salir dinero de los países emergentes. México siempre ha estado muy ligado al crecimiento de Norteamérica. Hay un consensus que el crecimiento podría estar en torno al 3% y esto puede empujar la economía mexicana a que sea más fuerte de lo que esperaba.

¿Consideran ustedes que el último año ha abaratado la renta variable de algunos países emergentes?

Absolutamente. Hay que tener en cuenta que hay negatividad en cuanto a los mercados emergentes. Llevamos dos años de comportamiento flojo de los mercados emergentes. No decimos que esté ahora mismo baratísimo, pero sí vemos que empieza a cotizar en precios más baratos que desde hace dos años. Y prácticamente los pilares fundamentales de estos mercados que ya hemos comentado sigue siendo positivo. Lo único que ha cambiado es donde, que es donde deben hacer estas reformas estructurales, es en los déficit de estos países. Eso ha hecho que en muchos de estos casos se devalúe la moneda y lo que en un momento dado es un susto importante para este tipo de países hace que se tenga que equilibrar el déficit comercial. Pero el consumo interno sigue siendo positivo. No sabemos si éste es el preciso momento para entrar en estos mercados.

¿Dónde invertiría?

Nosotros hemos hecho una apuesta muy fuerte por India. En torno al 25% de la cartera está puesta en dicho territorio. No apostamos ahí como país porque tiene muchos problemas, pero sí en muchas empresas que son muy atractivas. Su principal problema es la inflación, que viene traída en muchos casos por el sector alimenticio. Luego vemos que el crecimiento estará en torno al 4% y 5%, pero hay regiones muy pobres que podrían crecer hasta el 14%. Luego México también nos gusta y otros países al sudeste asiático que también son atractivos.

¿Qué debemos esperar para China este año? Vuelve a convertirse en un tema recurrente de debate la posibilidad de que se desacelere con más rapidez de la que se ha previsto.

La mayoría cuando hace inversiones mira cuál va a ser el crecimiento de los diferentes países. Lo que la mayoría de la gente tiene que entender es que el PIB no garantiza que vayan a ganar dinero. Luego hay que ver si esas empresas hacen ganar dinero o no. Los beneficios que se dan en compañías chinas son muchos más bajos de las ganancias que se dan en firmas indias y en general el mercado es más positivo para el crecimiento chino que el de India. Más que enfocarme en países, lo haría en empresas que cotizan dentro de esos países. Lo digo sin problemas porque siempre hemos sido negativos con el sector financiero chino y lo seguimos siendo.