empleo en EEUU tras el covid19

El proceso de reapertura económica se refleja en un abrupto giro en el mercado laboral en mayo: el empleo crece en 2,5 millones, después de caer en 20,7 millones en abril. La tasa de paro también desciende en 1,4 pp, hasta 13,3%, al tiempo que la tasa de participación y el número de horas trabajadas aumentan. Los datos confirman que lo peor de la crisis ya ha quedado claramente atrás, lo que es consistente con el repunte que se evidencia en los datos de alta frecuencia y en las encuestas.

datos de empleo

El gradual proceso de reanimación económica se reflejó en un abrupto giro en el mercado laboral: la economía crea 2.509.000 puestos de trabajo en mayo, lo que desafía las expectativas del mercado (pérdidas de 8 millones, de acuerdo al sondeo de Reuters) y tras la destrucción récord de empleo sufrida en abril (de 20,7 millones). Nunca antes en la serie histórica mensual se ha visto un cambio tan violento en el mercado laboral, lo que refleja la dimensión de la crisis del coronavirus en la primera economía del mundo, que registra, de lejos, el mayor número de contagios y muertes a causa de la enfermedad. A pesar de la mejora en mayo, el número de empleados es aún 13% inferior al nivel previo a la erupción de Covid-19.

Entre sectores, destacan: (i) la marcada contratación en los servicios, actividades económicas que han sido las más sensibles a las medidas de contención del virus, que concentran más del 75% de la totalidad del empleo creado en el sector privado durante el mes; (ii) la reincorporación laboral en la construcción, que ya representa la mitad de los puestos de trabajos "perdidos" en el mes de abril, así como (iii) en la industria manufacturera, que también aumenta la plantilla a medida que se reinicia la actividad en las fábricas, tal como se evidenció en la modesta mejora de la encuesta del ISM de mayo. En contraste, el empleo descendió en la industria extractiva y de recursos naturales, que se ha visto especialmente afectada por el desplome en los precios del petróleo desde marzo.

Por otro lado, la encuesta de hogares recoge una tasa de paro que sorprende al bajar hasta 13,3%, dejando atrás el máximo histórico de 14,7% registrado en abril. La composición revela que el descenso se debió, enteramente, al grupo de desempleados que habían perdido sus puestos de trabajo en las últimas cinco semanas, a raíz de las medidas de "hibernación" impuestas para frenar la propagación del virus. Por su parte, la tasa de participación en el mercado laboral aumenta en 0,6 pp, hasta 60,8%, mientras que la tasa de empleo (ratio de empleados respecto a la población en edad de trabajar) sube 1,5 pp, hasta 52,8%. En cuando a los salarios, la encuesta registra una caída de 1% respecto a abril (la tasa anual se desacelera desde 8,0% hasta 6,7%), lo que acusa la concentración de la reincorporación laboral en los sectores terciarios, que relativamente perciben una menor compensación. Por último, las horas promedio trabajadas por semana se incrementan hasta 34,7, el nivel más elevado desde que se registran datos (2006).

En balance, el informe de mayo confirma que lo peor de la crisis ha quedado claramente atrás y sugiere que el proceso de reactivación económica pudiese ocurrir, en principio, más rápido de lo esperado hace tan solo un par de semanas. Efectivamente, los datos de alta frecuencia muestran repuntes en la movilidad, el transporte y el comercio, más intensos en las últimas semanas de mayo, a medida que la reapertura de la economía se extiende a cada vez un mayor número de estados. No obstante, y a pesar de la inesperada mejora en mayo, el mercado laboral se encuentra aún fuertemente deprimido respecto al periodo previo a la crisis, así como se evidencia en el elevado número de peticiones de subsidio por desempleo. La tasa de paro, que en mayo más que triplica el nivel que a inicios del año, se mantendrá previsiblemente en los dos dígitos en gran parte del resto del año. Asimismo, el riesgo de una nueva oleada en la epidemia, incrementado por la reciente escalada en las protestas y tensiones sociales, se mantendrá elevado, y conllevará ajustes estructurales en la economía, que difícilmente podrá recuperar el nivel previo al Covid-19, al menos hasta que no se logre una vacuna que erradique definitivamente la enfermedad.

empleo en EEUU tras el covid19

Estudios y análisis de Bankia