Grecia era considerada como un niño que se pone cabezón y no quiere que le curen la herida. Pensaba que el remedio podría ser peor que la enfermedad, pero peor es esperar a que la herida se infecte… Por fin Grecia se ha dado cuenta de que necesitaba que le echaran una mano y hoy ha pedido clemencia ante el Eurogrupo y el FMI que esperaban con los brazos abiertos para ayudarla. 30.000 millones de euros en préstamos bilaterales por parte de la UE y 15.000 millones más del FMI podrán paliar, aunque sólo sea durante un tiempo, el riesgo de quiebra.

Esta decisión de acudir a un rescate ha animado el mercado europeo pero Wall Street ha abierto en negativo y eso que los principales resultados empresariales de la jornada no han sido malos. Empezando por el gigante de las tecnologías, Microsoft
, que concluyó el primer trimestre del año ganando un 34,5% más que en 2009, consecuencia, apuntan los expertos, al lanzamiento y buena acogida del Windows 7 que calmó las ampollas levantadas por su antecesor, Windows Vista. Este viernes el valor registra tímidos descensos en la apertura de mercado. Cede un 0,22%.

También le han ido las cosas bien al comienzo del año a Union Pacific. La empresa ferroviaria multiplicó por 43 sus beneficios de enero a marzo de 2010 hasta embolsarse 516 millones de dólares. En el parqué los inversores celebran estas ganancias y levantan el valor un 0,67%

La nota fúnebre la han dado los resultados de Schlumberger y Xerox. La primera registró una ganancia de 672 millones de dólares en sus primeras cuentas del año, un 28% menos que un año antes, mientras que la segunda mantuvo sus números rojos intactos (pérdidas de 42 millones de dólares). En cambio, en el NYSE Shlumberger se dispara un 5,78% y seros un 10,24%.

Dejando de lado los resultados empresariales, Lenovo, la cuarta marca de ordenadores personales del mundo, se desmarca como principal candidato para hacerse con Palm. Entre tanto, Palm se alza un 4,53% en el Nasdaq y Lenovo un 2,70 en la bolsa de Hong Kong.

En el apartado macro, los pedidos de bienes duraderos en registraron en marzo una inesperada caída del 1,3% hasta los 176.700 millones de dólares.