Cada vez parece más probable que se produzca un aterrizaje forzoso debido al endurecimiento de la política monetaria, la subida del dólar, la crisis energética en Europa y la debilidad económica de China. A ello se une además la tensión en el mercado del petróleo tras la decisión de la OPEP+ de recortar la producción. La gran pregunta es, no obstante, si los mercados han descontado ya el escenario más negativo y pueden comenzar a cimentar un rebote.
El cuarto trimestre es el período del año que según la estadística histórica ha sido el más rentable para la Bolsa. El ansiado 'rally de Navidad', el maquillaje de los fondos por salir bien en la foto de la rentabilidad o la aportación de fondos de pensione son algunos de los argumentos a favor de que 2022 no sea la excepción.
Sin embargo, los analistas deberán realizar sus apuestas con mucho tiento. En España, por ejemplo, cuando acabamos de comenzar el último trimestre, el Ibex 35 está sumergido en una volatilidad muy elevada y solo hay 8 valores a día de hoy que aguanten el tipo y acumulen alzas en lo que llevamos de año. Se trata de CaixaBank, Bankinter, Repsol, Acciona Energías Renovables, Banco Sabadell, Acciona, ACS y Sacyr.
Una buena opción es fijarse en los fundamentales, que siempre están ahí para recordarnos cuáles son los valores de cada compañía y compararlos con los del resto del mercado. En ese sentido, el Ibex 35 brinda oportunidades interesantes en algunas acciones que cotizan a precios muy bajos en relación a la estimación de beneficios que hacen los analistas.
Por sectores, las Socimis pueden suponer una oportunidad ante el actual escenario inflacionista, mientras que en Wall Street habrá que estar de nuevo muy atentos a la evolución del poderoso sector tecnológico.
Lo cierto es que existen múltiples estrategias a la hora de plantear una inversión. Muchos inversores son conscientes de la dificultad de anticipar con qué escenario económico nos encontraremos y cuáles serían los activos más adecuados en cada uno de ellos. Por eso, invertir en aquellas megatendencias que podrían suponer auténticos cambios en la sociedad y que son susceptibles de liderar el crecimiento en el futuro puede ser determinante.
Otra opción es apostar por la inversión temática, que en los últimos tiempos se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas por la comunidad inversora para alinear sus carteras con las tendencias que darán forma al mundo del mañana. Este tipo de inversión requiere de una importante anticipación a la hora de establecer relaciones entre los diferentes valores que componen un sector, una industria o un país.
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