Nvidia, con sede en Santa Clara, California, sostuvo que algunos modelos de sus procesadores gráficos GPU han experimentado tasas de fallas más altas que las normales, al igual que sus productos llamados chipset, que conectan microprocesadores con otras partes del sistema. Nvidia agregó que asumirá un cargo extraordinario de entre US$150 millones y US$200 millones en el segundo trimestre para cubrir costos asociados a reparaciones o reemplazos de esos productos. La firma señaló que también está siendo afectada por "la debilidad de los mercados finales en todo el mundo", demoras en incrementar la producción de un chipset de próxima generación, y las reducciones de precios debido a la competencia. Para el segundo trimestre de su año fiscal, Nvidia espera generar ingresos de entre US$875 millones y US$950 millones, por debajo de su estimación anterior.