El director de AFI vaticinó una "clarísima reducción del censo" del sector financiero español, integrado por 150 bancos, 46 cajas de ahorros y 82 cooperativas que gestionan 2,8 billones de activos a través de una red de 45.500 oficinas, a razón de 4,5 empleados por oficina.

Berges indicó que el mayor reto a que se enfrentan bancos y cajas de ahorros en el corto plazo es sobrevivir al deterioro de activos y digerir unas pérdidas mucho mayores de lo esperado inicialmente, que en España vendrán de la mano del sector constructor e inmobiliario.

Según sus cálculos, el crédito concedido por los bancos al sector promotor se elevaba a 125.000 millones en 2008, mientras que el de las cajas de ahorros se situaba en 165.000 millones de euros. "Las cajas tienen algo más, pero no mucho más", puntualizó.

Berges consideró que no sólo se producirá una reducción de la capacidad del sistema financiero, sino también de su peso en la economía, tanto de las cajas de ahorros como de los bancos. "El peso de la economía financiera debe reajustarse a la baja", dijo.