Los resultados a veces los carga el diablo. No hay más que ver lo que ha pasado en España en la última semana con los bancos. Ni uno de ellos se ha salvado de la quema de fuertes pérdidas en el día de la presentación de las cuentas trimestrales, algunas más que de consideración como Caixabank o el Banco Santander, mientras que BBVA se ha salvado a la postre por la mejora del mercado. Es esa letra pequeña que se fija, sobre todo en sus guías, lo que ha de venir, pero también en que se cumplan las expectativas que se fijan sobre ellos.
Es exactamente lo que ha pasado al núcleo duro de lo que conocemos como Big Tech en Estados Unidos. Antiguas FAANG+ que van cambiando de nombre pero que, en su centro neurálgico se circunscriben en las que han presentado resultados esta misma semana: por este orden Alphabet-A, Microsoft, Meta (Facebook), Amazon y Apple. En Wall Street se descontaba que no iba a ser un trimestre bueno, pero sus caídas, en esas sesiones, lo dicen todo.
En el extremo más negativo, que haría honor al día en el que estamos, el de Halloween ya importado a todos los efectos de Estados Unidos nos encontramos con la antigua Facebook, ahora Meta Platforms que, como colofón, pierde ya más de dos tercios de su valor en lo que va de año. Sus caídas han alcanzado un 24,56% al cierre del pasado día 27, que sumado al 5,6% del día anterior, nos muestra a las claras la debacle del valor.
El resumen es la pérdida de ganancias, con el desplome de un 52% en su beneficio y, sobre todo, la perspectiva débil para el último trimestre del año en sus ingresos, que le llevaron por debajo de los 100 dólares en su cierre y, a registrar el precio más baja de sus acciones de los últimos seis años. Para que se hagan una idea de lo que se espera del valor, Morgan Stanley recortaba a la mitad, en 100 dólares su precio objetivo. De momento el desarrollo del Metaverso para la compañía supone pérdidas de 9.400 millones de euros.
En el otro lado, en el más positivo, vemos a la excepción que confirma la regla y que, además, ha conseguido que el DOW JONES Ind Average, marcara el pasado viernes su mejor nivel de los últimos dos meses y que viva el mejor mes que se recuerda para el indicador desde enero de 1976. Hablamos de Apple, la más grande del mercado que subía el viernes un 7,6% tras la buena lectura de sus resultados, para alcanzar su mejor día bursátil desde 2020.
Las razones, las ganancias de Apple, que han superado las ventas récord de sus Mac, el gran tapado de sus cuentas trimestrales, que compensan las pérdidas ligeras de los iPhones, algo que por otro lado ya llevaba semanas descontando el mercado, ante las filtraciones de menor producción en China. Esto además reubica la progresión del valor, que se afianza con fuerza con una capitalización de 2,33 billones en el mercado y subidas del 5,75% en la última semana y del 12,7% en el mes.
En la zona más tibia, y muy castigados, encontramos por este orden a Amazon, Google y Microsoft. El gigante del comercio online volvía a hacer aguas por donde más duele: su liderazgo en la nube con ventas débiles y unas guías que han decepcionado al mercado, con numerosas reducciones de precio objetivo a la baja y el hundimiento de sus acciones y de 150.000 millones en capitalización.
Y lo peor es que el mercado lo veía venir porque, además de un recorte a doble dígito del 6,80% el pasado viernes, acumulaba ya pérdidas del 8,16% en las dos sesiones precedentes. Con recortes del 13,3% semanales, del 8,5% mensuales, mientras desciende un 38% acumulado en lo que va de año.
Para Google, su ruina bursátil y sus caídas del 9,14% a las que se sumaba un 2,71% posterior, para recuperar más de un 2% al cierre de la semana, por el rebote de Wall Street viene de la mano de los ingresos de YouTube que no han gustado nada al mercado. Y es que, por ejemplo, aunque ganó un 27% en sus beneficios frente a hace un año, la nube crece en ingresos un 38% pero pierde 700 millones de dólares.
El caso de Microsoft se queda a medio camino. Con recortes a plomo en dos sesiones que acumulan pérdidas del 10%, recuperaba posiciones el viernes, a más del 2% tal y como había hecho a principios de semana. La segunda más grande del mercado hace aguas a pesar de que sus números superaron los que esperaba Wall Street, pero hubo dos puntos negros. Por un lado, sus ingresos en la nube, que no llegaron a las previsiones, aunque crecieron en Azure un 35%. Y por el otro, sus débiles guías que tampoco han gustado.
En todos los casos el control de costes y la moderación en las contrataciones, incluso con algunos despidos será la tónica para las Big Tech, que siguen muy afectadas por las subidas de tipos de la Fed y el efecto inflación en sus números. Un mercado, en el que, para la mayoría de las empresas la publicidad y su caída ante la potencial recesión es la clave.