La globalización y rumores corporativos resuenan cada vez más en el sector farmacéutico. En este sentido, si ayer la noticia llegaba por parte de Pfizer, que ha entablado conversaciones para adquirir la empresa de biotecnología SeaGen (aunque no hay garantías de que se llegue a un acuerdo), el objetivo era el mismo el año pasado pero con un diferente comprador como protagonista: Merck.

En concreto, en el verano de 2022 SeaGen entablaba conversaciones avanzadas para ser adquirida por Merck en un acuerdo que habría alcanzado un valor de 40.000 millones de dólares o más, con el objetivo de reforzar su cartera de medicamentos contra el cáncer. Finalmente, las dos partes no llegaron a un acuerdo.

Con todo, el año pasado las acciones de Merck subieron cerca de un 45%, logrando marcar nuevos máximos históricos el pasado 27 de diciembre en 112,12 dólares, una cifra que superó este 6 de enero de 2023, cuando cerró en 114,84 dólares. A pesar de ello, a día de hoy los títulos de Merck mantienen su acumulado de este año en negativo en un punto porcentual.

Balance, flujo de caja libre y valoración, a su favor

Pero le queda recorrido por delante. En opinión de Eli Salzmann, gestor de cartera del Neuberger Berman Large Cap Value Fund, Merck "registra un fuerte crecimiento fiable gracias a fármacos como Keytruda y Gardasil, que pueden continuar en cualquier entorno económico".

La empresa desarrolla medicamentos, vacunas, terapias biológicas y productos para la salud animal que le reportan grandes beneficios a pesar de la presión económica actual. Entre sus fármacos de más éxito destacan la inmunoterapia contra el cáncer, los medicamentos contra la diabetes, las vacunas contra el VPH, la varicela, el cuidado de la próstata, la osteoporosis, el asma bronquial, alergias, el melanoma y el colesterol.

"La cartera de Merck se ha reforzado y podría recibir novedades prometedoras esta primavera con posibles tratamientos para la hipertensión pulmonar y el colesterol. La empresa necesita nuevos éxitos, porque en 2028 el ya citado Keytruda se podría topar con un precipicio de patentes", pero a Salzmann le gusta el estado del balance y el flujo de caja libre de la empresa, así como su valoración actual.

La gran empresa de salud, que capitaliza en el mercado 278.600 millones de dólares (263.300 millones de euros), cotiza a ratios atractivos, con un PER (relación precio/beneficio por acción) estimado para 2023 de 15,03 veces, una de cifras más atractivas del sector de salud de EEUU, y un BPA de 7,31 USD, según el análisis fundamental de Merck. Además, Merck destaca por su atractiva remuneración al accionista, con una rentabilidad por dividendo que fue del 2,55% en 2022, según cifras de Reuters.

Además, el consenso aún le ve un potencial del 8%. De las 28 casas que recoge Reuters, 22 recomiendan comprar el valor, 6 mantener y ninguna vender. El consenso le otorga un potencial alcista del 8%, con un precio objetivo de 118,39 dólares. 

En cuanto a cifras financieras, la farmacéutica alcanzó un beneficio de 14.500 millones de dólares en 2022 frente a 12.340 millones de dólares logrados en 2021, y terminó el año pasado con unos ingresos de 59.283 millones de dólares, frente a los 48.704 millones de dólares alcanzados el ejercicio anterior. Por segmentos de actividad, el negocio farmacéutico reportó unas ventas de 52.005 millones de dólares, un 22% más. Pero, sin duda, el gran impulsor de las ventas de Merck MSD fue Keytruda, su tratamiento basado en platino para pacientes adultos con cáncer de pulmón, que obtuvo una facturación de 20.937 millones de dólares en 2022, frente a 17.186 millones de dólares de 2021.

Para 2023, Merck anticipa que las ventas mundiales estarán entre 57.200 millones dólares y 58.700 millones de dólares y la perspectiva incluye aproximadamente mil millones de ventas de Molnupiravir, su tratamiento contra el Covid-19.