
NVIDIA, Amazon, Microsoft y sobre todo Alphabet-A Compañías que han elevado exponencialmente su revalorización en el mercado, desde la más grande a cuenta de su futuro vía IA, inteligencia artificial, hasta Amazon casi la última en sumarse que ha cambiado el tercio anodino que presentaba todo el año en el mercado.
Pero mientras son muchos los que hablaban de burbuja, lo cierto es que las subidas han funcionado a la perfección convirtiendo al S&P 500 y al Nasdaq en el núcleo duro de la ruptura de máximos continuos en Wall Street. Hasta hace un par de semanas, en las que las dudas, empezaron a anidar entre los inversores.

El caso más plausible es el de Palantir en el que no había elevada visibilidad real respecto de las inversiones en IA en 2026, a pesar de sus extraordinarios resultados y de sus perspectivas más que positivas a corto plazo. Su caída del 11% lo atestigua.
O lo sucedido con CoreWeave y sus recortes a doble dígito para esta compañía sobre la que está Nvidia tras recortar su previsión anual de ingresos, a pesar de indicar que los retrasos en las entregas son temporales y que sus resultados del tercer trimestre superaron las expectativas del mercado.
Pero más allá de estos episodios, y a la vista de lo que han subido estas compañías y de que puede empezar a producirse un impasse en estos avances de cuantía, desde Wells Fargo Investment Institute han implementado la búsqueda de nuevas posibilidades en torno a la supermegatencia IA, pero con la vista puesta en sectores, que si bien no se han quedado atrás, no han tenido un recorrido tan exitoso a cuenta de las Big Tech en Wall Street.
Desde aquí señalan que están reduciendo su exposición a las tecnológicas más ligadas a la IA y optando por otras alternativas
Es decir, no poner todS los huevos-cada vez más caros- en la misma cesta a la hora de elaborar una cartera, para evitar sustos y problemas innecesarios, si la viabilidad de las grandes tecnológicas no funciona o si aducen cierto agotamiento. Sobre todo ante las dudas de su futura monetización del gasto en IA.
Y en es que ante los problemas, ha reducido a neutral desde favorable su calificación. Su estratega global de inversiones, Douglas Beath, señala que el impulso de la IA hará crecer sus ventas y los beneficios, con deuda relativamente baja y una elevada capacidad de generación de flujo de caja libre. Todo ello acompañado de un gasto de capital con rápida aceleración.

Pero destaca un importante problema, al considerar que las valoraciones se han disparado y preocupa el excesivo optimismo hacia estas tech, con expectativas tan elevadas que se traduzcan en decepciones a corto plazo, como ya hemos visto. En especial, en lo relativo al retorno de la inversión.
Hay sectores también alternativos ...y con los que también se puede invertir en IA.
Entre ellos, encontramos "los sectores tanto industrial como de servicios públicos, que per permiten a los inversores participar en Inteligencia artificial a través del auge de los centros de datos auxiliares, pero con valoraciones más bajas que el sector de las tecnologías de la información".
Respecto de empresas concretas hay posibilidades, como en aquellas que se encargan de la refrigeración de los data center, como Chemours Esta empresa fabrica productos químicos que enfrían los sistemas y que se alejan de la refrigeración por aire, más tradicional.
De momento no se refleja en sus cifras, pero la compañía está firmando acuerdos de colaboración y convenidos de cara a 2026 y si se mantiene el desarrollo de la infraestructura de la IA, podría revertir en su cotización.
Otra de las posibilidades pasa por la compañía de aluminio Alcoa, famosa entre otras cosas porque antaño siempre abría la temporada de resultados en Estados Unidos. Y la infraestructura de los centros de datos pasa por el aluminio.
El valor puede ganar terreno ante la reducción de las funciones en Estados Unidos y los problemas de los aranceles que dificultan la importación al país de este material, pero también pueden ser un riesgo para su futuro desempeño en Wall Street, porque buena parte de su negocio está otros países.
Y uno más. "El sector financiero que puede beneficiarse de una curva de rendimiento más pronunciada y un entorno regulatorio más favorable, y también apoya la IA a través de fusiones y adquisiciones y financiación mediante deuda, cotizando con un descuento significativo respecto al S&P 500", destaca el estratega de inversiones globales de Wells Fargo Investment Institute.
Ya en el caso de JPMorgan Chase, el mayor banco americano, tiene como meta convertirse en una empresa totalmente impulsada por la IA y que abarque todos sus procesos, desde la gestión de patrimonios hasta la detección de fraudes.

250.000 empleados de la entidad ya trabajan con un nuevo diseño de modelos de lenguaje de OpenAI y Anthropic. La idea es que cada trabajador, a futuro tenga un asistente personalizado de inteligencia artificial y que cada cliente interactúe con ellos.
Desde Bank of America, por ejemplo, se enfocan en la transformación digital y la eficiencia operativa. ambos pueden elevar los márgenes netos sostenibles y compensar los riesgos de crédito e ingresos de todo el sector.
Descubre nuestro análisis mensual sobre las acciones Quality

