El mercado descuenta una caída de los ingresos del 10% en los bancos de Wall Street

El primer trimestre del año pasado estuvo marcado en la Bolsa de Nueva York por la gran cantidad de ofertas públicas de venta de compañías con un propósito especial de compra (SPAC, por sus siglas en inglés) es decir, empresas que llegaron al parqué con la intención de recaudar capital para la potencial fusión o adquisición de otra empresa o start-up. La guerra de Ucrania ha frenado en seco este tipo de operaciones y las clásicas salidas a bolsa y, con ello, las comisiones para la banca de inversión de Wall Street. 

Los bancos de Wall Street esperaban un 2022 récord a nivel de fusiones y adquisiciones. La volatilidad del mercado, la galopante inflación y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ha dejado en un segundo plano también esta partida de ingresos para el sector financiero norteamericano. Además, la administración Biden ha puesto coto a las grandes fusiones después de que las autoridades antimonopolio anunciaran a principios del año un esfuerzo para endurecer la concentración de compañías con el objetivo de garantizar la competencia del mercado.

El volumen de fusiones y adquisiciones en el primer trimestre registró 1,01 billones de dólares, el montante más bajo desde los primeros días de la pandemia, según muestran los datos recogidos por Bloomberg. 

Este miércoles presentará sus cuentas JPMorgan Chase, mientras que el jueves llegarán las cuentas de Citigroup, Goldman Sachs Gr y Morgan Stanley. Por su parte, Bank of America hará públicos sus resultados del primer trimestre el próximo lunes 18 de abril. El consenso de los analistas que recoge Bloomberg espera que las comisiones del negocio de banca de inversión se reduzcan un 26% y un 10% en cuanto a los ingresos totales del sector bancario estadounidense. 

“Para el primer trimestre a nivel interanual esperábamos que los ingresos de la banca en cuanto a mercados de capitales se redujesen entre un 10 y un 20% [a principios de 2021]. Sin embargo, ahora hemos bajado nuestra previsión entre un 30% y un 50%”, comenta Matt O'Connor, director de análisis de bancos de gran capitalización en Deutsche Bank.

La esperanza entre los directivos de la gran banca de Wall Street es que la actual volatilidad del mercado esté retrasando acuerdos que finalmente se concretarán en los próximos meses de este mismo año, aunque la incertidumbre es que la desaceleración no sea tan temporal como sostienen desde las entidades.

“Con cada semana y mes que pasa con este tipo de volatilidad presente en el mercado e incertidumbre macroeconómica, nos preocupamos más. Creo que los inversores probablemente estén más preocupados de lo que apuntan las estimaciones de los analistas”, sostiene Jeff Harte, analista senior de Piper Sandler.

En cuanto a los catalizadores positivos el mercado espera que lleguen del volumen de negociación que se ha mantenido mejor de lo que podría esperarse en medio de una guerra. JP Morgan aún así ha reconocido también una reducción del 10% en cuanto a sus ingresos por trading. Otros negocios que pueden funcionar bien son el trading de materias primas, con Goldman Sachs como principal beneficiado del sector, y el crecimiento del crédito concedido.

Las proyecciones de los principales bancos indican que los préstamos podrían mostrar un beneficio del 9% en el primer trimestre con respecto al año anterior, que sería el nivel más alto desde el primer trimestre de 2020.

Subida de tipos de la Reserva Federal

Pese a que la subida de tipos que ya ha anunciado la Reserva Federal debería beneficiar sobremanera a los bancos frente a otros sectores, el rápido ritmo de incrementos en el coste del dinero está haciendo que muchos analistas vean cerca una próxima recesión después de la inversión de la curva de tipos entre el bono a dos años y el bono a diez años a finales de marzo. 

“Si bien los bancos tienen varios vientos de cola potenciales por delante, incluidos los tipos de interés más altos y un crecimiento acelerado de los préstamos, los riesgos de cola han aumentado claramente debido a la guerra, incluida una mayor probabilidad de recesión a medida que la Reserva Federal sube los tipos rápidamente para reducir la inflación”, escribieron los analistas de Morgan Stanley recientemente en un informe.