Las bolsas mundiales se decantan por las pérdidas de forma generalizada tras el contenido de las actas de la última reunión de la Fed. En el encuentro, presidido por Jerome Powell los miembros del Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal pusieron sobre la mesa la creciente presión que siguen ejerciendo los precios sobre la economía, lo que podría dar lugar a que se planteen de nuevo, subir los tipos de interés para corregirlo.
En concreto destacan que “con la inflación aún muy por encima de la meta a largo plazo del Comité y el mercado laboral permaneciendo ajustado, la mayoría de los participantes continuaron viendo riesgos significativos al alza para la inflación, lo que podría requerir un mayor endurecimiento de la política monetaria”.
Esto se aleja de las expectativas de los mercados, que, tras el encuentro del 25 y el 26 de julio y la comparecencia de Powell, vislumbraban un posible principio del fin para las subidas de tipos, con una nueva pausa incluida en la reunión de septiembre. De momento, a 34 días para el encuentro, la probabilidad de que los tipos de interés en Estados Unidos mantengan su ratio actual se mantiene muy elevado, pero lo cierto es que más bajo que antes de conocerse las actas. Si antes alcanzaba el 90% tras conocerse su contenido ha bajado al 86,5% de la CME FedWatch Tool .
De hecho, la reunión de la Fed constató que todavía persisten esas presiones inflacionistas que son elevadas y que se alejan todavía de la cota estimada como normal por la Reserva Federal para los precios, el 2%. Sin embargo, el Comité destaca que también los efectos perniciosos que esta continuada y vertical subida de tipos, hasta los niveles de entre el 5,25 y el 5,50% puede impactar en el crecimiento de la economía de Estados Unidos.
Pero también señalan las actas que “el endurecimiento acumulativo de la política monetaria pueda conducir a una desaceleración de la economía más pronunciada de lo esperado”, unidas a condiciones crediticias por parte de los bancos más sustanciales".
Un impacto en las empresas del sector inmobiliario, como apuntan algunos miembros de la Fed, pero también en los bancos y en otras instituciones financieras, como los fondos del mercado monetario.
Así, los inversores entienden que esto es una llamada de atención por parte de la Fed, desde donde indican que existen riesgos de doble vía en relajar demasiado pronto la política monetaria y arriesgarse a una mayor inflación, en lugar de ajustar demasiado y provocar la contracción económica, frente al aterrizaje suave que espera Wall Street.