El crecimiento en la zona euro se afianza, con una progresión del 1,6% interanual durante el cuarto trimestre, tras el +1,7% registrado en el tercer trimestre. El crecimiento para el año 2016 ha sido del +1,7%, tras un +2,0% registrado en 2015. Del PIB desglosado se deduce que el consumo ha sido el mayor factor de crecimiento.
La probabilidad de una subida de tipos de 0,50-0,75% a 0,75-1,00% el próximo 15 de marzo se ha convertido en casi una certeza para los inversores. Dos semanas antes, la probabilidad implícita era de una de cada tres. Más adelante, bajo un contexto en el que los datos económicos se mostraban favorables de forma global, numerosos discursos de la Fed allanaron el terreno.
Tras un buen final de año 2016, los principales mercados de renta variable se muestran alcistas desde principios 2017, pero con rentabilidades dispares. Los mercados emergentes están bien orientados, con una subida de más del 9% del dólar. Les sigue la renta variable americana, con un avance del 6%. No obstante, la renta variable de la zona euro y la japonesa siguen mostrando un ligero retraso.
Las reservas de cambio chinas disminuyeron 12.000 millones de dólares en enero para establecerse por debajo del umbral psicológico de los 3 billones de dólares hasta los 2,9 billones de dólares, estableciéndose de ese modo en los niveles previos a 2011, según los datos de la Administración política de cambio (SAFE).
Julien Pierre-Nouen, economista y estratega de Lazard Frères-Gestion, analiza las previsiones macro para la eurozona, EEUU y Reino Unido, así como la oportunidad de inversión que brinda actualmente la deuda híbrida financiera.
El mercado de deuda híbrida financiera ha tenido un buen rendimiento durante 2016. La rentabilidad se ha conseguido principalmente gracias al carry trade, la bajada de tipos y nuestra estrategia en materia de cobertura de tipos.
Podemos hacernos esta pregunta legítimamente si observamos la evolución de la confianza de las pequeñas empresas estadounidenses durante el mes de diciembre, que muestra su mayor alza mensual desde principios de los años 80 y se dirige a su máximo desde 2004, uno de sus mayores niveles históricos.
Tras 7 años de tipos inalterados, la Reserva Federal subió su tipo de referencia del 0-0,25% al 0,25-0,50%, una decisión que no supuso ninguna sorpresa ya que varios discursos de los miembros del comité de política monetaria ya habían preparado a los mercados. El comité de política monetaria mantiene relativamente su confianza en las perspectivas de la economía estadounidense y parece preocuparles menos el entorno exterior, lo que justificó en gran medida pulsar el botón de subida de tipos.
La recuperación económica de la zona euro seguirá siendo una realidad, pues el nivel de confianza es coherente con un crecimiento similar al del tercer trimestre. Cabe destacar el papel de España, cuyo crecimiento no ha flaqueado, siendo del +2,8% en ritmo trimestral anualizado. Al otro lado del Atlántico, habrá que estar atentos a las propuestas que Trump pueda finalmente llevar a cabo.
Los mercados han retenido una doble lección del referéndum sobre el Brexit: no subestimar la probabilidad de un resultado adverso, lo que implica no subir demasiado antes del resultado; no sobrestimar el impacto de los acontecimientos políticos, y por lo tanto, no bajar demasiado en caso de un resultado negativo.