Manuel López Torrents es periodista económico, titulado por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido su profesión en medios como El Boletín, El Economista, El Confidencial, Negocio & Estilo de Vida, Vozpópuli, La Política Online (Argentina-México) y Estrategias de Inversión.
Además, ha sido colaborador en Mi Cartera de Inversión, Onda Cero, Libertad Digital TV, Gestiona Radio, Invertia, Radio Cooperativa (Chile), America Economía (Chile), Cuarto Poder y 8 TV Mediterráneo. Fue promotor y fundador del Spain Investors Day y es autor de De la Bolsa a la Gloria (Ediciones Destino, 2013).
Cada cierto tiempo, se deja escuchar la frase “hay que recuperar al inversor minorista” y lo cierto es que en los últimos tiempos hay bastantes informes a este respecto. Letta, Draghi, OCDE o BME, han puesto, negro sobre blanco, la importancia de los mercados de capitales y la necesidad de que el minoritario vuelva a él. Todo muy loable, en teoría.
La política es economía y bien vale recordarlo en este espacio, como hacemos a menudo. Y bueno es traerlo a colación en el cuadragésimo séptimo aniversario que hoy se celebra porque nuestra Carta Magna tiene mucho que ver con la economía.
Es la única partida del ahorro financiero de las familias que baja. Una pena, porque eso refleja el decrecimiento estructural, fruto de la inflación y el súper control estatal.
Todas las semanas hay una nueva molestia al ciudadano, al que obligan a vivir pendiente del estado híper regulatorio. Y confiscatorio, porque no sólo el tiempo es dinero, sino que cada genialidad del Ejecutivo nos mete mano en el bolsillo. En el plano macro, tenemos la híper fiscalidad, pero si se bajan peldaños, sufrimos la economía del micro-incordio.
Los fondos europeos son un maná. Un regalo del cielo. Solo que los pagamos nosotros mismos: los devolveremos con más impuestos e inflación. Al menos, habrán servido para crear proyectos productivos… oh, espera, que en España ni se han entregado.
La verdad es que no por inesperada deja de ser muy decepcionante la victoria del nuevo alcalde de Nueva York, la ciudad más importante del mundo con la principal Bolsa del globo. Zohran Mamdani, otro chaval de discurso populista y rápido gatillo anti capitalista.
Por fin, la Bolsa española ha tocado máximos históricos. Sólo ha tardado 18 años. Seguramente, es el patito feo de los mercados internacionales, una pena, porque no siempre fue así.
Ni estaban muertos ni estaban de parranda. Nunca se habían ido. Lo mismo plantean una opa hostil que sacan a Bolsa una empresa con un 50% de sobreprecio. Da igual, ellos siempre ganan.
¿Más años de pensionista que de trabajador? Vamos hacia eso, pero ya se da el caso. Imaginemos a alguien que se jubila a los 65 años. Si es hombre, le esperan unos 19 años de vida más; si es mujer, unos 23. Eso dicen las estadísticas, claramente obsoletas, porque una parte creciente de la población supera ya esos límites con holgura. Quienes hoy tienen 65 o 70 años, vivirán mayoritariamente hasta los 90, los 95 o incluso los 100 años. Es decir, que pasarán más o menos los mismos años como pensionista que como trabajador. O incluso más.
Ha tomado conciencia de sí mismo y actúa solo en su propio interés, usándonos como tontos útiles en una batalla librada en su beneficio.