EBN aplica el cobro expreso por servicio, no embebido en el valor liquidativo. Es un modelo más transparente, porque evita recomendaciones interesadas por las retrocesiones entre entidades. Borja Rubio, Gestor de patrimonios senior del banco, afirma que es precisa una labor de pedagogía entre los clientes que se enfrentan a un sector donde, mayoritariamente, se cobra ‘dentro del producto’ donde, pese a que la comisión aplicada sea alta, al estar dentro del valor liquidativo, da la sensación de que no se cobra. 

La propuesta de valor de EBN reconoce que, por debajo de un año, las principales oportunidades son las Letras. Pero para un inversor conservador hay alternativas con deuda de Gobierno “a través de la plataforma del banco” o remuneración con depósitos, “donde ofrecemos retornos algo más altos que el mercado”. 

Con perfiles más agresivos, que incluyan un 20% de renta variable en cartera, y un horizonte de permanencia de al menos tres años de permanencia, contemplan retornos al 4% anualizados. 

Asimismo, ven complicado un escenario de tipos al cero los próximos 5 años. 

EBN, en definitiva, apuesta por la democratización del acceso de gestión de carteras, donde trabajan con clientes a partir de 50.000 euros. El eje de su actuación: arquitectura abierta (productos de otras firmas, disponibles en abierto) y clases limpias. Otras entidades realizan dicha operativa pero para altos clientes, con un patrimonio superior al millón de euros. 

El ahorro en una clase limpia de una clase ordinaria es 40%-60%.  En un fondo de Renta Variable, una comisión de gestión del 1,8% puede obtenerse al 1% en su clase más limpia.  “Un 0,80% de ahorro en comisiones por cada 100.000 euros son 800 euros al año”.