Ha llegado uno de los días más importantes para el conjunto de las cadenas minoristas: El Black Friday y, por consiguiente, el inicio de la campaña navideña. Se trata de un factor de vital importancia que podría hacer despegar el consumo estadounidense, dado que hasta ahora no ha mostrado unas cifras satisfactorias para los analistas.
Se prevé que hasta 140 millones de ciudadanos norteamericanos salgan a comprar este fin de semana
y Wal-Mart no ha querido dejar este factor al margen, sino más bien todo lo contrario. De hecho los centros comerciales han desplegado patrullas de seguridad por los alrededores de la tiendas en el día de hoy para mantener la calma, puesto que en 2008 un trabajador de la cadena minorista falleció por la cantidad de gente que se agolpó en los establecimientos. (Ver: El estancamiento continuo de las minoristas)
En este contexto cabe destacar que la compañía mejoró su beneficio neto en un 1,3% en el segundo trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior y en un 6,5% en el tercer trimestre en relación a la misma fecha del pasado ejercicio. Una estabilización después de la crisis del consumo y un dato esperanzador para muchos miembros de la compañía que vieron con buenos ojos estos resultados. Además, el incremento en un 1,7% de las ventas con respecto al segundo trimestre de 2012 muestra la mejora del sector. (Ver: Trading en Wal-Mart)
En este sentido, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión muestran que Wal-Mart se encuentra en fase alcista, mientras que recibe una puntuación de 8 puntos en una escala que oscila del 0 al 10.
Este análisis técnico pone de manifiesto que el valor en el medio y largo plazo es alcista, además de que la volatilidad es decreciente. Sin embargo, el volumen que muestra la acción es decreciente.