El sector minorista no termina de ascender al lugar estable y cómodo al que pretenden llegar. Aun habiendo pulsado desde hace mucho tiempo la tecla del ascensor por parte de las compañías, entendida esta como las medidas que todas y cada una de las firmas están intentando tomar para crecer en cuestión de ventas y beneficios, sigue siendo insuficiente como para que el sector llegue a palpar una recuperación notable en aras de alcanzar una situación estable para su negocio.

Mucho tiene que ver el panorama macroeconómico del país. Evidentemente, el gobierno estadounidense y la Reserva Federal están mirando muy de cerca todos los datos que influyen en la economía y el crecimiento de los Estados Unidos. Uno de los principales y que miran con especial dedicación es el de la tasa de paro. Desde el último informe la cifra se sitúa en el 7,3%, o lo que es lo mismo, aún por debajo de lo que espera el país norteamericano, pese a que hace 3 años estuviese en torno al 10%.

El desempleo es uno de los medidores que afecta de forma paralela a los minoristas, puesto que implica que muchas familias estadounidenses tengan menores ingresos y, por consiguiente accedan puedan consumir mucho menos. Sin embargo, dada la reducción de la tasa de paro, sí que se ha vislumbrado un aumento del consumo, aunque destinado a las ventas mayoristas como automóviles o viviendas.

De hecho, esas compras ha provocado que el 80% de los ciudadanos del país tengan un gran nivel de endeudamiento que se ha traducido en que el dinero destinado a las firmas minoristas haya sido menor. 

Riqueza en los hogares de Estados Unidos


Hasta el momento las ventas de bienes duraderos están siendo capitalmente fundamentales para que las compañías enmarcadas en el sector minoristas no arranquen del todo el motor y aunque crezcan en perspectivas y beneficios no tengan el suficiente empuje para sostenerse. Son las clases más altas las que están haciendo que estos negocios sigan manteniendo el equilibrio funambulesco por el entorno en el que se manejan. Más del 38% de las clases más altas son las que compran más, mientras que el 23,3% que más consume pertenece a las clases más bajas. Justamente las que están altamente endeudadas por su vehículo y su domicilio. 

Porcentaje de ventas por grupo de riqueza


Asimismo, los últimos datos sobre la confianza del consumidor tampoco han despertado un gran optimismo para los negocios minoristas, sino más bien una posición más bien reflexiva y analítica. El índice de la confianza del consumidor cayó a 71,2 puntos en octubre desde 80,2 puntos el mes anterior, según aseguró el grupo de investigación privado con sede en Nueva York, mientras que el pronóstico medio del consenso de expertos cifraba el descenso en 75. (Ver noticia)

¿Cuál es su estado?

Frente a este escenario sólo cabe desmenuzar cuál es la situación de las principales compañías del sector minorista. Wal-Mart, Macy’s o American Eagle han tenido unos resultados que han superado las estimaciones de los analistas, pero no han terminado de crecer lo suficiente en cuestión de ventas. Muestra de este panorama es que el PER que presentan estas empresas crecerá en algunos casos y en otros se quedará prácticamente igual, según los pronósticos del consenso de analistas.

Valoración de las minoristas de Estados Unidos


Por otro lado, las previsiones de los expertos para algunas de las firmas como Wal-Mart destacan que los ingresos en los próximos trimestres podrían repuntar, provocando de manera paralela que Estados Unidos crezca en términos de empleo y que el consumo del sector minorista se vea recompensado con una crecida. (Ver: Johnson&Johnson y Wal-Mart para la corrección)

Previsión ventas de Wal-Mart


Este sentir por parte de los analistas a más largo plazo tendría su reflejo también en Macy’s, cuyos resultados empresariales del tercer trimestre de este año estuvieron bastante por encima de lo esperado. La previsión por parte de los expertos en relación a su beneficio por acción en los próximos dos años es de tal grado de optimismo que casi llegaría a duplicarse en 2015 en relación a las cifras de 2012.
Previsión beneficio por acción Macy's


En esta línea, Morgan Stanley espera que, de cara al 2014, la acumulación de riqueza junto con un menor impacto impositivo tenga su respuesta en el incremento del consumo en torno al 2.5% y el 2% a finales del 2013. En concreto, la entidad financiera proyecta un impacto del 0,4% en positivo para el consumo por cada 10% de subida en el mercado de renta variable.