Carmignac ha lanzado tres observaciones clave: la primera, es la digitalización, la segunda el aumento de la percepción colectiva de inseguridad y, por último, la política monetaria de expansión cuantitativa, que es la “inmaculada concepción de las finanzas”. Esta política será un reto cuando la pandemia desaparezca. 

Sobre la digitalización, el directivo de la gestora tacha de increíble el avance que se ha visto con las ventas online en EEUU creciendo un 7% en tan sólo un mes cuando fueron necesarios 10 años para pasar de un crecimiento del 5 al 10%. “Unos cambios que no se verán revertidos por esta pandemia, que ya dura más tiempo del que nos hubiera gustado”. Y es que la pandemia ha cambiado la forma de comprar, pagar, entretenimiento y hasta la forma de trabajar con lo que el desafío es ajustar estos desafíos en las carteras. 

En cuanto al sentimiento de inseguridad colectiva, este experto reconoce que la pandemia ha tenido un impacto en nuestros sistemas de salud y a nivel individiual pero, a diferencia de otras pandemias, nunca hemos tomado una actitud global de lucha a través de cierres y una enorme expansión de los déficits presupuestarios en todo el mundo. Escenario acompañado de un entorno de tipos de interés en cero e incluso negativos. “Los déficits se reducirán cuando comience la recuperación y no necesariamente porque la pandemia vaya a durar más. Además, los gobiernos se están asegurando de que los más afectados por los cierres e interrupciones obtengan algunos sistemas y asistencia gubernamental, como el caso de Joe Biden. 

¿Durará esto? Probablemente no, por supuesto, pero durará mientras lo haga la pandemia, así que ya cuando ésta se termine “deberíamos empezar a ver algunas divergencias, impacto en los activos - ya estamos empezando a ser testigos de algunas presiones en las tasas a largo plazo en los Estados Unidos - así que  veo factores para hacer frente a esta crisis inesperada”. 

Desde la gestora creen que es momento de esperar a que los fundamentales se pongan al día porque los mercados han anticipado muchas de estas cosas positivas. “Así que ahora necesitamos ver los números reales poniéndose al día, lo que nos hace creer que durante este primer trimestre sería posible tener una corrección que es la visión de corto plazo vista principalmente desde este aspecto de posicionamiento que es importante”, dice Frédéric Leroux, responsable de multiestrategia de la firma. 

A medio plazo la historia es diferente.  Lo que tenemos ahora es probablemente lo más importante y es el enorme estímulo fiscal en los EE.UU. Los inventarios y la tasa de ahorro tendrán que ser normalizados “lo que nos hace ver un gran potencial de crecimiento en EEUU”. Una economía que será la primera de la lista porque, en términos de pandemia, están en un proceso de vacunación muy dinámico que les hace estar  por delante de Europa. Y de ahí vienen las primeras consecuencias: el dólar se ha debilitado en torno a un 10% desde febrero de 2020, con otras divisas en niveles más elevados. “Hay una correlación muy fuerte entre anticipación del crecimiento y debilidad del dólar en el ejercicio precedente”, dice Leroux.

Además de esta relación, también puede ver un aumento de los tipos de interés y la inflación. En el transcurso de 2021, dicen estos expertos, veremos una normalización de las tasas de ahorro personal, que se dispararon en 2020; crecimiento, que será parcialmente compensado por la recuperación de la demanda interna.  Al tratarse de un indicador rezagado, la inflación irá por detrás de la recuperación del ciclo económico liderado por la monstruosa cantidad de estímulo fiscal del gobierno, mostrando las primeras señales de crecimiento incluso después de la mitad de período de 2022.

En 2021 tendremos un crecimiento muy desigual, en tiempo y en espacio

Raphael Gallardo, Economista jefe de la gestora reconoce que este año asistiremos a una recuperación del 4-5% que, desde un retorno negativo es un gran número pero la distribución de este crecimiento será muy desigual “en el tiempo y en el espacio”. Con países por debajo de ese potencial e incluso con crecimientos negativos, como es el caso de muchos países de Europa. Y ¿cuáles son los riesgos?

El primero es la incidencia del virus, que podría aumentar si tenemos una mayor propagación de cepas encubiertas o incluso nuevas cepas. En segundo lugar está todo lo relacionado con la vacuna y la logística necesaria para sacar adelante el proceso de vacunación del país. Sin embargo, “en el segundo y tercer trimestre del año tendremos un fuerte rebote gracias a dos factores: el incremento en la demanda de servicios como el turismo, el transporte o el ocio, que seguirá siendo un motor que ya está funcionando pero que no ha conseguido alcanzar completamente su ritmo”. Y en segundo lugar, el reabastecimiento del sector manufacturero.  

Según Gallardo, la consolidación de la recuperación económica estará ligada sobre todo a cuatro factores: la paulatina recuperación de la demanda mundial, tanto de servicios como de manufacturas; el empinamiento de la curva de tipos, también determinado por la recuperación de algunos sectores específicos; un endurecimiento tendencial de las condiciones para la concesión de préstamos, para contrarrestar parcialmente el deterioro de la calidad general del crédito privado en poder de las instituciones bancarias; finalmente, un enfoque moderado de la recuperación, teniendo en cuenta las posibles nuevas fases de volatilidad.

Este experto asegura que el crecimiento será desigual porque el proceso de distribución de las vacunas también lo es con EEUU, Reino Unido o Israel marcando el ritmo y por delante del resto y de países que todavía no se han asegurado un suministro suficiente de dosis para volver a la normalidad. 

En este mapa, China seguirá por delante de todos en cuanto a recuperación. De hecho, “está un año por delante del resto puesto que su recuperación económica comenzó en el segundo trimestre de 2020. Eso nos hace pensar que el país se desacelerará antes, alcanzando un pico en este primer trimestre”. 

Un escenario en el que las autoridades centrales de Occidente tendrán que ir mucho más allá de las metas conocidas de inflación y pleno empleo, triangulando la atención en una nueva cumbre: la estabilidad financiera. China, que ya ha logrado su propia estabilidad,  tenderá a concentrarse en el crecimiento estructural, estableciéndose como una potencia hegemónica. 

Buenas previsiones para los fondos de Carmignac este año 

Didier Saint – Georges, miembro del comité estratégico de inversión de la gestora ha resaltado el comportamiento de los fondos en un año 2020 que fue complicado para los mercados donde “la dispersión de rendimientos llevó a obtener una gran diferencia entre la rentabilidad de una inversión frente a la gestión pasiva o indexada”. Pese a las malas cifras de flujos de 2019, este experto ha citado tres fondos de la casa que lo han hecho mucho mejor que sus índices de referencia “con unos flujos que fueron significativos en el primer trimestre del año, luego bajaron cuando los mercados se volvieron extremadamente difíciles para terminar el último trimestre volviendo a las entradas. Esto nos hace estar seguros de que en 2021 volverán los flujos de entrada a los fondos”.   Unos objetivos ambiciosos en los que la selección de valores, generación de alfa y gestión de riesgos serán tan importantes como el enfoque en la experiencia del cliente.